Cuando le conté a mi esposa que estaba planeando acechar a los miembros de mi familia para producir el material de esta columna, se puso un poco defensiva. "¿A quién vas a acechar? ¿Dónde? ¿Por cuánto tiempo?", me reclamó.
Pensé que quizás la había atrapado en medio de una aventura romántica. Resulta ser que ella no quería que me enterara...