La demanda por datos en tiempo real, que incluye datos sobre la salud personal, está empujando al mercado de los las prendas electrónicas inalámbricas (wearable devices, en inglés) para que pase de los 14 millones de artículos en este año a más de 171 millones en 2026.
En cuatro años, el mercado para las “wearable wireless devices” se espera que supere ventas mínimas de seis mil millones de dóalres, de acuerdo con una nueva investigación de IHS iSupply, subsidiaria de IMS Research.
De acuerdo con Theo Ahadome, analista seniro para IMS Research “seis mil millones de dóalres es nuestra predicción más conservadora la cual asume que la adopción de la tecnología “wearable” estará limitada por factores que incluyen la falta de tecnología que se ajuste, una aceptación pobre por parte de los usuarios, y una falta de una experiencia ampliada en general de los aparatos que se comportan como prendas, en comparación con los equipos que no lo hacen”.
La mayoría de equipos del tipo “wearable” están concentrados en unos cuantos productos principalmente para el cuidado de la salud y para aplicaciones de bienestar, tales como monitores para la glucosa y el ritmo cardiaco. En el futuro, los equipos para entretenimiento y para uso militar crecerán dramáticamente. Por ejemplo, la introducción de los Google Smart Glasses (Lentes Inteligentes de Google) y los rumorados Smart Watch (Relojes inteligentes) de Apple, los cuales serán parte de una nueva oleada de aparatos que se comportan como prendas de vestir. Sensores de sueño, terminales adaptadas a la mano, así como pantallas ajustadas en la cabeza para usos militares e industriales, que pueden estar ajustadas a cascos, por ejemplo, y ser transparentes pero que proveen datos y actividades, impulsando a una expansión cada vez más veloz para este tipo de tecnología.
La comisión de comunicaciones de Estados Unidos FCC, aprobó recientemente un espectro de radio para uso en hospitales para la nueva MBAN (Médical Body Area Network o Red Médica para el Cuerpo). Los sistemas basados en MBAN pueden monitorear las funciones requeridas para así organizar los resultados y transmitirlos a una ubicación remota para evaluación. Estos datos pueden subirse a redes privadas dentro de los centros de datos de un hospital y también a o proveedores de nubes públicas, como la HealthVault de Microsoft.
–Lucas Mearian, Computerworld (US)
Versión resumida en español de John Rodríguez