Si usted pasa más de ocho horas pegado a un monitor en un cubículo iluminado por luz fluorescente, eventualmente sus ojos pedirán misericordia. Los míos lo hicieron, así que probé los lentes Gunnar.
Estas gafas, que se destacan por el tinte amarillo de sus lentes, se supone que están diseñados para mitigar la fatiga visual que se dispersa por todos los usuarios que se la pasan pegados a la computadora. En mi caso trabajaron bien. Sentí que podía ver mejor y mis ojos se sintieron menos fatigados al final del día.
Comparados con los lentes prescritos, cuyos marcos pueden costar cerca de US$300, los Gunnar son menos costosos, el par más económico vale US$79 y el más costoso US$189 y por un cargo adicional se pueden mandar hacer con la prescripción del usuario.
Gunnar dijo que sus gafas pueden ayudar a los usuarios de computadoras en muchas formas. Su tinte amarillo, por ejemplo, suaviza la alta intensidad de energía que los monitores y las luces fluoerescentes pueden emitir, y Gunnar tiene unos lentes que no afectan la percepción del color.
Por otro lado, el diseño curvado tiene dos propósitos: en primer lugar, según datos de la compañía, se enfocan específicamente en la distancia en la que la mayoría de usuarios se sientan frente a las computadoras y en segundo lugar, en mantener la humedad de los ojos en ambientes que usan aire acondicionado.
Pero estos lentes están diseñados para el uso con la computadora, así que prepárese para ponérselos y quitárselos varias veces al día.
Versión en español de John Rodríguez