El popular sistema de código abierto arriba a los veinte años habiendo derrotado, o al menos enfrentado en igualdad de condiciones, a Microsoft en casi todos los terrenos, menos en las PC de escritorio
Aunque existe polémica de cuándo se puede considerar que nació Linux oficialmente, ya que algunos lo atribuyen al primer mail de Linus Torvalds donde hablaba de estar trabajando en un sistema operativo libre –25 de agosto de 1991– y otros atan el cumpleaños a la primera publicación de su código –Octubre 5, 1991–, lo cierto es que el sistema se prepara para cumplir sus primeros veinte años habiendo conseguido lo que pocos se imaginaban en aquel momento: destronar a Microsoft –con su Windows– de nichos como pequeños servidores, o en dispositivos móviles.
Y es que para ser justos, Linux ha logrado colarse de tal manera en el ambiente corporativo y móvil que pareciera que hubiera seguido una estrategia muy clara desde un principio para lograrlo. Y no siempre fue así.
En una entrevista de nuestra publicación hermana Network World, el director ejecutivo de la Linux Foundation, Jim Zemlin, declaró que la batalla entre Linux y Microsoft se había acabado, y que además era Linux quien había ganado la guerra. Los argumentos de Zemlin que sustentan su afirmación es que en todos los segmentos de mercado, excluyendo PCs de escritorio, Linux ha sobrepasado a Windows, incluso en los relativos a servidores y movilidad.
El ejecutivo fue más allá, al declarar que aunque anteriormente solían preocuparse por Microsoft, las cosas habían cambiado, por lo que ahora enfrentarse a ellos era como patear a una mascota.
Es posible que la alegría de Zemlin esté justificada en el marco del gran despliegue de Linux y sus derivados en el mercado. Pero aun en el mercado de PCs de escritorio, Windows está en al menos 9 de cada 10 PCs, lo que da cierto respiro a Redmond. Sin embargo, de ser cierto lo que algunos analistas predicen, estamos en el final de la época de las PC o al inicio de la era post-PC, como diría Steve Jobs, fundador de Apple. Esta supremacía de Windows amenaza con ir perdiendo relevancia. Además, algunos sistemas operativos modernos, como el Chrome OS de Google, hacen que el sistema operativo sea tan sólo una manera de conectarse a aplicaciones en la nube, lo que resta importancia al mismo.
Además, Linux domina un segmento de amplio crecimiento, como es el de los sistemas embebidos. Linux puede hallarse hoy día en dispositivos electrónicos muy diversos, que van desde televisores de última generación hasta procesadores instalados en automóviles, pasando por lectores de libros, relojes y teléfonos inteligentes. Y es en este último mercado, el de los teléfonos y dispositivos móviles, donde a Microsoft le duele más estar perdiendo la pelea. Su mejor movimiento para ganar mercado lo acaba de realizar al convencer a Nokia de echar por la borda el sistema operativo de teléfonos líder en el mundo para sustituirlo por Windows Phone 7, en una arriesgada jugada que si no acaba con las aspiraciones de ambas compañías –y hace quebrar a Nokia– puede darle un lugar de relevancia dentro de un par de años, tiempo más que suficiente para que Android –basado en Linux– siga creciendo al paso agigantado que lo está haciendo actualmente.
El problema es que, en este tiempo, Android seguirá creciendo también en el mercado de tabletas, las nuevas “computadoras” que muy pronto empezarán a medirse junto a PCs de escritorio y portátiles, lo que implicará una disminución importante de la cuota del mercado de Windows.
Y si se trata de elogiar a Linux en su cumpleaños, hay que ver que también ha logrado colocarse frente a otros sistemas operativos dedicados a servidores, donde ha desplazado incluso al propio Unix que sirvió de base para Linux. Actualmente el 90 por ciento de las 500 supercomputadoras más potentes funcionan con el sistema del pingüinito.
Para Linux, estos veinte años, al contrario del popular tango de Gardel, sí han pesado mucho, y habrá que esperar a ver que traen los próximos veinte.
–Alcides León, @aleon1969