En la era del cloud computing, muchas empresas deben tener en mente la posibilidad de la suspensión del acceso a Internet a nivel nacional como la que se dio en Egipto, y los CIOs de todo el mundo han quedado impactados con este fenómeno que dejó literalmente ha”oscuras” a todo un país y miles de personas sin servicio de Internet.
Realmente es muy preocupante que con la adopción de aplicaciones alojadas en la nube y con muchos servicios de TI, el riesgo de sufrir un corte en el acceso a Internet podría poner nerviosos a los directivos de TI. Y esto es algo lógico, explica Eric Paulak, analista de Gartner, porque se trata de un “escenario no tan inverosímil”, pues los gobiernos se reservan el derecho a nacionalizar y controlar temporalmente lo que consideran infraestructuras críticas; normalmente, las redes móviles, las telecomunicaciones fijas y los sistemas troncales de Internet.
Los gobiernos pueden apegarse a este derecho durante emergencias nacionales, ya sean desastres nacionales, ataques terroristas u otro tipo de incidentes clasificados como tales en el código penal del país en cuestión. “Teóricamente, puede pasar en cualquier parte del mundo, aunque la probabilidad es bastante baja”, puntualiza este analista de Gartner. “Sin embargo, dada esa autoridad legal que tiene la mayoría de los países, Internet, las redes móviles y la telefonía fija pueden interrumpirse”.
Eric Paulak se pregunta si los CIOs necesitan en este caso un plan de contingencia. “Absolutamente, sí”, enfatiza. Un primer paso para los CIOs y los directores de negocio debería ser hacer una evaluación honesta y realista de la probabilidad que su compañía tiene de encontrarse a sí misma, salvo en caso de una falla propia, con un corte de Internet a nivel nacional.
“Las empresas que hacen negocios en cualquier país deberían evaluar la pérdida potencial de acceso a Internet como parte de su estrategia de administración de riesgos e incluirla en el costo del negocio”, señala al respecto la analista Rebeca Wettemann de Nucleus Research.
Se trata de una recomendación “especialmente acertada para empresas que hacen negocios con países con un clima político hostil, en el que los gobiernos normalmente tienen un estrecho control de las comunicaciones electrónicas y no lo piensan dos veces a la hora de hacerse con su control”, señala Al Hilwa, analista de IDC. “Si eres un CIO en este tipo de país, necesitas estar preparado para este tipo de edictos”, añade. “En muchos países, si la cosa se calienta, el gobierno puede tirar del cable directamente y acabar con todo”.
Incluso en Estados Unidos ha habido recientemente un debate sobre la posibilidad de dar al presidente un “interruptor de Internet”, que le permitiera desactivar los servicios de Internet durante emergencias nacionales, agrega el analista Michael Osterman, de Osterman Research. “Si las organizaciones dependen de los servicios en la nube, se puede convertir en un problema crítico”.
Este tipo de situaciones es una de las razones por las que añadir, en los despliegues basados en la nube, una serie de capacidades fuera de línea que permitirían a los usuarios seguir trabajando si pierden el acceso a Internet. “Por ejemplo, tener la posibilidad de trabajar en documentos mientras la nube no está disponible sería un gran beneficio. No permitirá a los empleados comunicarse, pero les ofrecerá la posibilidad de ser de algún modo productivos”, sugiere Osterman, idea a la que se añade la de Eric Paulak, de Gartner, de tener como respaldo, teléfonos e Internet con accesos vía satélite, que son “más difíciles de bloquear por el gobierno”. “En el peor de los casos, los gobiernos podrían declarar ilegales las comunicaciones satelitales, pero es normalmente una amenaza vacía porque es muy difícil de monitorear y aplicar”, concluye.