Las IAs generativas, como ChatGPT, pueden planificar itinerarios de viaje a demanda con la información disponible en Internet.
Las IAs generativas están revolucionando no solo todos los sectores del mercado, sino también nuestras vidas. Chat GPT parece ser la máxima herramienta de productividad, y su modelo conversacional la hace especialmente accesible. Ya empezamos a hacernos a la idea de que irremediablemente formará parte de nuestra vida laboral. Pero, ¿y de nuestras vacaciones?.
Hace ya un par de años que la inteligencia artificial se utiliza en las empresas para la atención al cliente en forma de chatbots, que resuelven preguntas y cuestiones frecuentes. En el pasado más reciente, estas mismas tecnologías se han ido sofisticando, de modo que ahora cuentan además con toda la información disponible en Internet para generar sus respuestas.
Esto significa que además de sintetizar las ideas claves de un documento, escribir correos, o traducir datos a una tabla de excel, ChatGPT también puede planificar un itinerario de viaje para 7 días, familia de 5 personas, con presupuesto moderado, estrictamente en transporte público y con integrante celíaco.
Incluso, podría hacer las reservas para hospedaje, desplazamiento, comidas y actividades especiales.
ChatGPT como agente de viajes
Para las agencias de viaje esto ya supone una gran ventaja, pues aunque después sean necesarias modificaciones, la IA haría una primera investigación y propuesta. Además, con la última actualización de ChatGPT-4, le será posible procesar imágenes.
Las posibilidades van desde introducir una foto de la costa encontrada en internet y saber desde qué balcón fue hecha, y alquilar la habitación, hasta introducir una foto tomada por usted mismo y pedir que proponga los mejores bares 1km a la redonda.
Forbes afirma que varias de las grandes agencias de viajes ya están barajando seriamente la incorporación de la IA para nuevas funcionalidades, entre estas, Booking.com y Expedia.
Sin embargo, aún hay un par de cuestiones que resolver hasta que esto sea posible. En primer lugar tenemos que la tecnología aún no es perfecta, por lo que a veces puede malinterpretar las peticiones de los usuarios y sacarlos de quicio. Si surgieran este tipo de problemas, la marca proveedora de los servicios podría verse perjudicada.
Por otro lado tenemos la desactualización de la base de datos. En el caso de ChatGPT, por ejemplo, funciona con datos de 20221, por lo que a veces podría proporcionar información desactualizada.
Frente a este escenario, todo parece indicar que será necesario vincular dicha tecnología con datos propios de la empresa, lo que podría tomar un tiempo. Por último, también habría que sopesar cuestiones de privacidad.
Es evidente que para que las IAs generativas cambien el sector turístico aún queda tiempo, sin embargo, en lo que se refiere al uso personal, seguro que ChatGPT puede ser una interesante ayuda para planificar tu próximo viaje.