A diferencia de los codificadores tradicionales, estos ingenieros envían comandos escritos en texto sin formato a los sistemas de inteligencia artificial.
Las aplicaciones basadas en inteligencia artificial que se han lanzando en los últimos meses revivieron el temor porque algún día las “máquinas” dominen a la humanidad. Mientras estas aplicaciones demuestran de lo que son capaces, otros no hacen sino pensar en todos los oficios que se pueden perder a causa de esto. Y aunque se trata de un efecto posible, el avance de la inteligencia artificial sigue dependiendo de los humanos, e incluso ha generado nuevos perfiles profesionales.
Según una publicación compartida desde The Washington Post las empresas dedicadas al desarrollo de tecnologías basadas en la inteligencia artificial han comenzado a requerir profesionales conocidos como “ingenieros de sugerencias”.
Los más buscados por las empresas dedicadas a la Inteligencia Artificial
Uno de los primeros en realizar este trabajo es Riley Goodside, quien es el encargado de crear y refinar los textos, para que las personas obtengan resultados óptimos, a partir de sus consultas, en la empresa emergente Scale AI de San Francisco.
A diferencia de los codificadores tradicionales, el trabajo de estos ingenieros consiste en enviar comandos escritos en texto sin formato a los sistemas de inteligencia artificial. Y a partir de ahí, poder identificar los errores y las capacidades ocultas de la inteligencia artificial para que los desarrolladores puedan solucionarlas.
Este nuevo rol, no ha pasado desapercibido. Según publicó Andrej Karpathy, exjefe de IA de Tesla en un tuit:
No necesitas escribir código técnico en lenguajes como Python o SQL para controlar la computadora; solo hablas. El nuevo lenguaje de programación más popular es el inglés.
En cuanto al trabajo que realiza, Goodside afirma que operar con estas herramientas requiere comprender sus fallas, potenciar sus fortalezas y desarrollar estrategias complejas para convertir entradas simples en resultados verdaderamente únicos.
Y es que, las herramientas, conocidas como “IA generativa”, también son impredecibles, propensas al galimatías y susceptibles a divagar de una manera que puede ser sesgada, beligerante o extraña. Entonces, el reto consiste en “construir una premisa, una historia que solo puede completarse de una manera”.
Una oportunidad con detractores
Por supuesto, este nuevo rol no escapa de la desconfianza de otros profesionales, Shane Steinert-Threlkeld, profesora de lingüística en la Universidad de Washington, afirma los ingenieros rápidos en realidad no pueden predecir lo que dirán los bots porque no es una ciencia.
Sin embargo, esto no impide que las empresas sigan abriendo vacantes para estos perfiles y probar hasta donde llega su efectividad.