Vivimos en una época de emocionantes innovaciones tecnológicas. Las tecnologías digitales están impulsando un cambio transformador. Los paradigmas económicos están cambiando.
La transformación digital está acelerando cambios en la economía digital. El futuro está llegando más rápido de lo esperado y las nuevas tecnologías están reconfigurando los mercados de productos y alterando profundamente los hábitos de consumo. Los últimos avances en inteligencia artificial e innovaciones relacionadas están ampliando las fronteras de la revolución digital.
Las nuevas tecnologías son muy prometedoras. Crean nuevas vías y oportunidades para un futuro más próspero. Ahora existe oportunides hasta hace poco impensables, como acceder al mercado de divisas de China (a través de yuanpayteam.net), por ejemplo. Pero también se plantean nuevos retos.
En este sentido, la desigualdad de ingresos y las disparidades relacionadas con las nuevas tecnologías han aumentado, especialmente en las economías avanzadas. En todas las economías, la participación en las nuevas oportunidades creadas por la transformación digital es diferente. Muchos segmentos de todos los sectores de la economía se están quedando atrás.
Transformación digital: remodelando la economía digital
Así pues, las empresas que se han subido al tren de la transformación digital se han separado del resto. Al mismo tiempo, estas han adquirido posiciones de ventaja en mercados cada vez más globales. Ello, gracias a los beneficios inherentes de las nuevas tecnologías. La implementación de soluciones digitales se tradujo en un fuerte crecimiento de la productividad en estas empresas.
La creciente automatización de las tareas de baja y media cualificación ha desplazado la demanda de mano de obra hacia cualificaciones más altas. Lo cual, a su vez, ha promovido el surgimiento de nuevas oportunidades educativas online para capacitar al extremo inferior del espectro laboral. Y así, igualar las oportunidades de acceso a un mercado de trabajo cada vez más digital. La transformación digital favorece el crecimiento económico en una nueva sociedad pos-pandemia. Gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, hay una mejor distribución de los ingresos derivados de la economía digital y del teletrabajo.
Retos derivados del proceso de cambio
La transformación digital está reconfigurando los mercados y alterando las dinámicas de crecimiento y distribución de ingresos. Pero hay que reconocer que todavía queda camino por recorrer. De hecho, las políticas y las instituciones han tardado en ajustarse a las transformaciones en curso. Para hacer realidad la promesa de la digitalización, las políticas también deben ser más receptivas al cambio. De modo que se pueda aprovechar al máximo las ganancias potenciales en productividad y crecimiento económico.
Es un reto importante la creación de políticas para garantizar que los mercados sigan siendo inclusivos. Que apoyen un amplio acceso a las nuevas oportunidades para las empresas y los trabajadores. La economía digital existe para difundir las nuevas tecnologías y oportunidades a las empresas más pequeñas y a segmentos más locales de la sociedad.
Aunque las tecnologías digitales ofrecen grandes beneficios para la economía, también crean nuevos retos para las empresas a medida que cambian los comportamientos de consumo. En definitiva, en cuanto al rápido cambio observado en los mercados financieros, deberíamos preguntarnos ¿estoy listo para aprovechar los cambios derivados de la transformacón digital?