¿Está capacitada la muy cacareada tableta de Apple para reemplazar su portátil, lector electrónico, teléfono inteligente, reproductor de audio, revistas o dispositivo de juegos? Este es el veredicto de nuestros expertos.
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EXACTAMENTE ¿QUÉ ES LA IPAD?
Comparada con sus ilustres antecesores, la iPod y el iPhone, esa es una pregunta sorprendentemente difícil de contestar. Ejecuta el mismo sistema operativo que el iPhone, pero no puede hacer llamadas con ella. Se anuncia como el aparato capaz de salvar a la industria editorial, aunque su software de lector electrónico (que no viene preinstalado) no muestra revistas ni periódicos. Tiene una gran variedad de juegos, pero no va a desbancar a la Xbox 360 ni a un dispositivo de mano como el Nintendo DSi.
Lo más paradójico de todo es que la iPad se enfrenta al mundo de netbooks y de las PC más potentes, basadas en Windows, aunque no ejecuta todas las aplicaciones de la Web. Tampoco imprime. Ni tiene un sistema de archivos que le permita llegar a todos sus documentos desde cualquier aplicación. Esas deficiencias harían risible el concepto de competir contra las PC, si no fuera por la manera que se combinan su tamaño pequeño, interfaz táctil e impresionante duración de batería para crear uno de los mejores dispositivos jamás construidos para consumir contenido de todo tipo, desde páginas de la Web hasta libros y películas. Es, al mismo tiempo, más limitada esencialmente que una PC y un avance apasionante de las interfaces del futuro; por eso tiene mucho más sentido usarla como un suplemento a sus otras computadoras que como reemplazo de cualquiera de ellas.
En resumen, la tableta de Apple compite con un conjunto de dispositivos existentes sin imitar a ninguno de estos. Y la mejor manera de saber si este nuevo tipo de dispositivo de computación es una alternativa posible a una PC, un lector electrónico, una consola de juego, o a cualquier otro aparato ya establecido, es probarlo. Por eso lo hicimos, así que siga leyendo para ver lo que encontramos.
LA IPAD VS. LA PC
Empecemos por lo más obvio: La iPad no va a ser su única computadora. Lo sabrá desde la primera vez que la encienda, cuando le pida que la conecte por USB a una PC o una Mac que tenga iTunes. Aún cuando no quiera comprar música, películas, ni aplicaciones en una computadora y transferirlas a la iPad, querrá sincronizarla de vez en cuando, especialmente porque es el único modo para hacer copia de seguridad que ofrece la iPad.
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Así que la pregunta no es si prefiere una iPad en vez de una computadora—tiene que tener las dos. Si está contento con las PC en su forma actual, quizás encuentre las limitaciones de la iPad demasiado restrictivas, particularmente si crea contenido en vez de consumirlo. El teclado en pantalla quizás sea el mejor que se haya creado, pero aún no se compara con un teclado QWERTY verdadero en la comodidad y la velocidad de escritura.
Todo opera en el modo de pantalla completa y, con pocas excepciones, sólo permite ejecutar una aplicación a la vez—algo insólito si usted alterna entre el navegador, el procesador de texto, la hoja de cálculo y el correo electrónico. La iPad no puede ejecutar aplicaciones de productividad de escritorio normales y no siempre es capaz de encontrar sustitutos adecuados entre las selecciones aprobadas por Apple en la App Store. El dispositivo ni siquiera tiene todavía un conjunto sólido de aplicaciones de oficina (vea “¿Funciona la iWork Suite? Todavía no” en la página 82).
La lista sigue: No tiene una cámara, no reconoce el complemento Flash de Adobe para el navegador, no ofrece una manera directa de imprimir ni una ranura para la tarjeta de memoria de su cámara digital. (Ya existen varios editores de fotos buenos para la iPad, pero la manera más simple de sacar las imágenes de una cámara y ponerlas en la tableta requiere un adaptador de US$29). La iPad más espaciosa sólo tiene 64GB de almacenaje, comparado con los 500GB que ofrecen hasta las portátiles más baratas.
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Pero la personalidad de la iPad, totalmente opuesta a la PC, también resulta ser su mayor virtud. Por ejemplo, su tamaño pequeño, su perfil de media pulgada y 1,5 libras de peso la hacen mucho más portátil que incluso una netbook. La pantalla de colores de 9,7 pulgadas es quizás pequeña, pero su tecnología IPS (alternación en el plano) luce bien desde cualquier ángulo. Y la innovadora duración de la batería con 10 horas por carga, le permite trabajar sin preocupación de quedarse sin energía.
Para una máquina que no tiene características para ahorrar tiempo como las multitareas y las ventanas, la iPad no parece torpe necesariamente. Y con su funcionamiento realmente veloz, gracias a su interfaz fundamentalmente controlada por los dedos, y a su capacidad de encendido casi instantáneo, en general parece una alternativa más rápida, más eficiente, y menos molesta a una PC de Windows o una Mac. Es absolutamente imposible que las aplicaciones desplieguen mensajes molestos sin su permiso y las restricciones que pone Apple a las aplicaciones de terceros evita que la seguridad sea un problema por ahora.
A diferencia de una PC o de un teléfono, la iPad no es una necesidad. Muchos de los que van comprar una iPad por lo emocionante se alegrarán se haberlo hecho. Pero negarse a comprarla es una opción viable también. Igualmente es válido esperar como un comprador interesado. Como ocurre siempre con la tecnología, todo le llega al que sabe esperar: la biblioteca de aplicaciones de iPad será más rica y el iPhone OS 4, que saldrá este otoño para las iPad, traerá las multitareas y otros beneficios. Y es probable que de aquí a un año, Apple saque una iPad de segunda generación que tenga por lo menos algunas de las características ausentes en el primer modelo.
El veredicto: Las PC son mejores computadoras que la iPad. Pero la iPad es algo nuevo, útil e importante—y no se debe desestimar sin antes probarla.
LA IPAD VS. EL KINDLE
Cuando Amazon.com embarcó su primer Kindle en 2007, el innovador lector electrónico parecía ser el futuro de los libros. Sin embargo, comparado con la iPad, el Kindle parece algo retrógrado. Apple refuerza la idea cuando usted descarga su aplicación iBooks, que incluye un libro electrónico gratuito con una característica que el Kindle no puede igualar: imágenes en colores de Winnie the Pooh y sus amigos.
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Claro, la iPad hace lucir al Kindle obsoleto. El aparato de US$259 de Amazon cuesta la mitad de un modelo básico de la iPad—y ese precio incluye una banda ancha inalámbrica que le permite descargar libros sin pagar por un servicio mensual. Y, al menos por ahora, algunos libros de Kindle son unos dólares más baratos que sus equivalentes de iBooks.
Gracias en parte a su pantalla de 6 pulgadas, el Kindle es mucho más pequeño y más liviano (10,2 onzas) que la iPad de 18 onzas. Como Kindle usa la tecnología E-Ink, puede operar por dos semanas con una carga y se mantiene legible bajo la luz solar directa; en cambio, la misma luz del sol hará ilegible la pantalla LCD de la iPad. Y algunos usuarios de libros electrónicos encuentran la tecnología E-Ink mucho más apropiado para la vista.
Pero E-Ink también es la mayor desventaja del Kindle. Es monocromático—el texto gris sobre un fondo gris claro—y la falta de luz de fondo dificulta su lectura en condiciones de poca luz. Las fotos y otras imágenes tienden a lucir como si fueran dibujadas con un Etch-a-Sketch; y la actualización de la pantalla es inherentemente lenta.
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La iPad, en cambio, tiene una de las pantallas de color más bonitas de cualquier dispositivo portátil; tiene un texto negro agudo sobre un fondo blanco; y usted puede hojear las páginas de un libro electrónico tan rápido como se lo permita la yema de su dedo. En resumen, es más parecido a un libro verdadero.
La iBooks Store de Apple abrió con 60.000 títulos, una sexta parte de la selección que ofrece Amazon para el Kindle. Pero en el mismo día que Apple comenzó a vender iPads, Amazon sacó una aplicación que permite a la tableta de Apple convertirse en un Kindle proveyendo acceso a los 480.000 tomos digitales que se ofrecen en la tienda de Kindle.
Además, la iPad ofrece acceso a miles de libros gratuitos en el ePub, un formato que no puede leer en el Kindle.
¿Mencionamos las aplicaciones de terceros que permiten al iPad hacer miles de cosas aparte de leer libros? ¿O que puede ser el mejor dispositivo de todos los tiempos para navegar la Web? (El navegador del Kindle es tan rudimentario que Amazon todavía lo tilda de “experimental”, aunque el dispositivo debutó en el año 2007).
Por último, el Kindle y la iPad son artefactos interesantes, pero sólo los usuarios más técnicos y más acaudalados considerarían comprar y usar los dos. Y onza por onza y dólar por dólar, la iPad es la mejor compra.
El veredicto: Para un lector electrónico y más, la ventaja es para la iPad—a menos que tenga un presupuesto ajustado o que no le guste mucho la tecnología E-Ink.
LA IPAD VS. REVISTAS Y PERIÓDICOS
El Amazon Kindle le permite suscribirse a 58 revistas y 120 periódicos, con la entrega inalámbrica gratuita. Pero la presentación deslucida de texto solamente no es muy diferente a la de CompuServe en los años 1990. En teoría, la iPad debería cambiarlo todo. Los ejecutivos de las editoriales—que comenzaron a regalar su contenido en la Web hace 15 años y que lo han lamentado desde entonces—están ansiosos por explorar las nuevas posibilidades que ofrece este formato de tableta.
La aplicación iBooks de Apple y la aplicación Amazon Kindle para la iPad no leen revistas ni periódicos, así que cada periódico tiene que figurar la iPad por sí mismo. La aplicación de Time llena la pantalla de fotos, le hace desplazar la pantalla para ver el texto y pone artículos selectos en línea (Time.com) en una sección separada. GQ convierte las fotos en presentaciones de diapositivas y apaga los epígrafes normalmente. Otras revistas, incluyendo PCWorld, están disponibles en la iPad por medio de la aplicación Zinio, que reduce los diseños de impresión para que quepan en la pantalla más pequeña de la iPad.
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Sin embargo, ninguno de estos enfoques es decisivamente mejor que el papel y la tinta, una tecnología que todavía trabaja maravillosamente para hojear y para una lectura más profunda. Además, algunas características basadas en la computadora que las impresiones no pueden igualar—como la búsqueda de texto—por lo general no están disponibles en las publicaciones electrónicas para la iPad.
Tres periódicos nacionales: New York Times, USA Today y Wall Street Journal, se ofrecen para la iPad y los tres hacen una excelente labor convirtiendo el formato de papel en la forma digital que se adapta a las dimensiones de la iPad. Estos periódicos cambian de formato sobre la marcha para la lectura en orientación vertical u horizontal, combinan perfectamente las fotos con el texto y no tratan de ser demasiado inteligentes. (Si usted puede deducir la interfaz de Popular Science, escríbanos).
Los modelos de precio para los periódicos en la iPad, como las interfaces del usuario, todavía son trabajos en curso. Y algunos editores tienden a cobrar bastante. Time quiere US$4,99 por edición y cada copia es una aplicación separada. El acceso total a WSJ cuesta US$3,99 a la semana, aunque usted ya pague por las versiones impresas y/o en línea. La aplicación Editor’s Choice del New York Times es gratuita, pero sólo incluye unas cuantas historias.
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Por supuesto, con ciertas excepciones como el volumen del WSJ, la mayoría del contenido en las aplicaciones de iPad también está disponible de gratis por medio de navegador Safari de la iPad—usualmente actualizado con más frecuencia y con características extras como la capacidad para dejar comentarios. Si los editores van a convencernos de pagar por los periódicos en la iPad, tendrán que producir mejoras claras, no sólo en el papel, sino también en la Web.
El veredicto: La iPad tiene el potencial para hacer por las revistas y los periódicos lo que la iPod hizo por la música. Pero primero, los editores tendrán que crear productos que tomen plena ventaja de la pantalla y la interfaz de la iPad. Nosotros todavía no lo hemos logrado.