Los dispositivos electrónicos están llegando a la vida de las personas cada vez más temprano. Lo cual nos da la responsalidad de velar porque la nuevas generaciones sepan aprovechar positivamente todo el potencial de la tecnología.
Hoy en día, el buen uso de la tecnologia debe pasr de ser una virtud a ser un hábito. Y es que la educación es la única forma de proteger a los más pequeños de los riesgos inherentes de la utilización de dispositivos electrónicos.
Es un hecho que la brecha tecnológica entre padres e hijos es cada vez más profunda. Se puede luchar para reducirla, promoviendo el buen uso de los aparatos tecnológicos en los más pequeños. Mientras más caigamos en la negación de admitir esto, más aumentará la brecha digital entre nosotros y nuestros hijos. Un realidad detallada en un reciente estudio publicado por ESET Latinoamérica.
Para empezar, hay dos maneras de educar a las nuevas generaciones en el uso resposnable de la tecnología. La primera de ellas es “hablar”, es decir, el diálogo abierto y honesto es clave para enseñarles cómo deben manejarse en internet. La segunda manera es predicar con el ejemplo. No es un secreto que una de las maneras más efectivas de aprendizaje es la imitación. Lo que significa que, nuestros propios hábitos personales incidirán directamente en el comportamiento online de nuestros hijos.
5 consejos para el buen uso de la tecnologia por las nuevas generaciones
Así pues, acudimos a los especialistas en seguridad informática para que nos compartieran cinco recomendaciones para facilitar el proceso de inculcar valores y buenos hábitos en las nuevas generaciones.
1.- La tecnología es un medio para acercarse a los niños.
Muchos adultos creen que no es necesario hablar con los chicos de temas relacionados con la seguridad en línea, ya que asumen que “ellos saben más de tecnología”. Si bien pueden saber cómo usar los dispositivos, compartir contenido o configurar una aplicación, también es verdad que pocas veces son capaces de reconocer los riesgos asociados. Sin embargo, un adulto es capaz de reconocer y entender los peligros a los que se expone en estas mismas situaciones.
Por esto, se recomienda a los padres que si hay aplicaciones que nunca utilizaron, nuevas modas que no entienden o todo un mundo digital que les parece extraño, no hay nada mejor que animarse a explorar y aprender a usarlos junto a sus hijos. Compartir estos momentos es clave para acompañar a los chicos en el mundo digital, y mientras ellos les enseñan, podrán identificar los riesgos, explicarles los peligros y cómo cuidarse.
2.- Establecer reglas claras con compromisos de ambas partes.
Establecer reglas claras y explicarles los riesgos son la clave para acordar un uso tecnológico responsable. Medidas como dónde y en qué momento se pueden utilizar los dispositivos; no responder mensajes desconocidos, no descargar material indebido o acceder a contenido restringido a mayores de edad son algunas de las cosas a aclarar. No se trata solamente de prohibir o restringir una actividad, sino de que entiendan la razón por la cual deben ser cuidadosos.
Asimismo, los adultos también deben comprometerse a respetar su privacidad y ofrecerles un espacio de diálogo donde ellos puedan plantear sus problemas e inquietudes, con el objetivo de generar un vínculo de confianza con ellos.
3.- Hacer analogías con el mundo físico.
Utilizar ejemplos sirve para explicar o ilustrar una afirmación y generar una idea más clara. En el caso del mundo digital, resulta mucho más sencillo para los niños poder dimensionar un peligro si se compara con una situación análoga en el mundo físico. Por ejemplo, así como les enseñan que no deben hablar con extraños en la plaza o en la calle, en Internet es exactamente igual. En Internet debemos considerar extraños a aquellos que no conocemos en el mundo físico, ya que no tenemos forma de verificar quién está realmente detrás de la pantalla.
4.- Formular preguntas de acercamiento.
A veces, comenzar una conversación acerca de qué hacen los niños en Internet puede ser complicado e incómodo. Para eso, lo mejor es tener a mano una serie de preguntas que buscan generar diálogo y abrir un canal de comunicación fluido entre chicos y adultos. Eso sí, es importante que estas preguntas siempre se hagan desde una postura de interés y no de control y restricción. ¿Qué redes sociales estás utilizando? ¿Qué te divierte de ella y por qué la utilizas? ¿El perfil es abierto o cerrado? ¿Quién puede ver lo que subes? ¿Cuántos contactos tienes?
5.- Enseñar con el ejemplo.
No importa cuántas veces se diga esto, de los 5 consejos para el buen uso de la tecnología este es quizá el más importante. Por ejemplo, muchos adultos se preocupan por la privacidad de sus hijos en línea, por las fotos que suben a una red o la cantidad de amigos con los que interactúan diariamente. Sin embargo, luego son ellos mismos los que comparten públicamente fotos de las vacaciones o eventos familiares, no despegan la vista del celular o descargan aplicaciones fraudulentas o material ilegítimo.
Como dijo Albert Einstein: “Educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única”.