Desde hace años la gente viene pronosticando—y esperando—la llegada de la televisión en línea. ¿Habrá llegado por fin el momento?
En unos años, haremos una retrospectiva del hardware que usábamos en la actualidad para ver el vídeo de Internet en la TV y nos vamos a reír. Esto no quiere decir que la tecnología actual no sea sofisticada, lo es. Pero es que para ver el contenido de la Web en nuestras salas (a diferencia de un monitor de la PC), tenemos que hacer demasiadas contorsiones. Y es por eso que la transición hacia la Web por TV todavía es una pequeña sublevación y no una revolución con todas las de la ley.
Nosotros estamos en medio de una transición y nadie lo comprende mejor que Harry McCracken. El fundador del sitio de tecnología Technologizer (y antiguo editor en jefe de PC World), McCracken se pasó casi un mes evaluando dispositivos que traen la Web a la televisión para realizar su informe, “La TV conectada: Doce maneras de traer YouTube al televisor” (páginas TK). Su conclusión: “Todavía nadie tiene el dispositivo perfecto que todos quieren adoptar”.
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La mejor opción para el vídeo de Internet en TV—como Apple TV, Roku y Vudu—son cajas separadas de función dedicada. Para que ocurra una verdadera adopción a nivel de mercado del consumidor, los proveedores tienen que ofrecer la funcionalidad de un electrodoméstico: conectar, encender y sintonizar.
Mientras más cambian las cosas…
Esta asignación le trajo muchos recuerdos al autor. En noviembre de 1997, como un joven editor asociado, McCracken escribió un artículo para PC World titulado “Informe desde la sala: Las nuevas cajas de conexión”. En aquel entonces, la tecnología era cruda, con módems de 33,6 kbps que traían a cuentagotas el contenido a televisores pequeños y cuadrados. Los resultados fueron decepcionantes, como se esperaba.
Pero hoy, tenemos abundante ancho de banda, redes excepcionales, modelos HDTV enormes, y capacidad ilimitada de almacenaje. Entonces ¿por qué nadie (aparte de los usuarios más técnicos) todavía no ha hecho la transición?
Simplemente por cuestiones de negocio. La industria del entretenimiento simplemente no ve con buenos ojos poner la Internet en TV. Las cadenas prefieren los cheques gordos que provee la publicidad de la TV convencional; a las compañías de cable les gusta la cantidad de dinero que pagamos todos los meses por las suscripciones; y a Hollywood le encantan todas las comisiones ocultas que las compañías de cable y TV ofrecen por ese contenido exclusivo. La época de las vacas gordas terminará si los consumidores se van por la ruta clandestina y adquirieren el contenido a través de la banda ancha. Por eso es que las bibliotecas de contenido de TV por la Web aún son muy limitadas. Las compañías de cable se reservan para sí el buen contenido -las noticias, los deportes, las películas taquilleras.
Si mirara más al futuro, la industria del cable tendría una ventaja competitiva tremenda para traer la Internet a la sala del hogar. Los consumidores ya tienen una conexión de cable y una caja receptora conectada a su TV. Con presionar un botón, esa conexión podría traernos todo un universo de contenido en línea, sin necesidad de que los clientes conectaran dispositivos adicionales mediante una red doméstica.
Claro, abrir las compuertas pudiera resultar un negocio arriesgado para proveedores de cable, especialmente porque las ganancias del vídeo de Internet son muy inferiores a las de la televisión tradicional. Pero mucho más peligroso sería actuar como el avestruz. En algún momento todos recibiremos nuestra TV por la Internet. Si los barones del cable no encuentran la manera de quedarse con un pedazo del pastel, quedarán fuera del juego. Simplemente mire lo que pasó con la industria de los periódicos que tardó en adoptar la Internet como un mecanismo de entrega.
Eventualmente, el consumidor ganará cuando el acceso al vídeo de banda ancha, y se requiera de un mínimo esfuerzo para obtener una nueva programación, rica en contenido. McCracken vislumbra señales prometedoras. La primera es la futura plataforma Connected TV de Yahoo, que entrega una gama amplia de contenido directamente a los televisores equipados con Yahoo, incluyendo un modelo de Samsung que estará disponible en tiempo breve. Igualmente de prometedor es el hecho de que Comcast está preparando un sitio que competirá con Hulu, y ya ha establecido acuerdos con los fabricantes de televisores LG, Samsung, Sony y Vizio. Parece que el futuro de la TV por banda ancha podría estar en el propio televisor.
Y esta vez, no tendremos que esperar doce años para conseguir la TV que queremos.
-Steve Fox.