Temenos nos explica cómo crecimiento de la base patrimonial en América Latina promete un renacimiento de la banca de inversión y gestión de patrimonios privados. Las soluciones WealthTech habilitan mayor productividad a los servicios de intermediación, incrementando la satisfacción del cliente, al tiempo que se automatizan funciones administrativas y de cumplimiento.
El retorno de la estabilidad económica y política a la mayoría de los países de América Latina ha traído muchos dividendos, entre ellos la decisión de sus ciudadanos de invertir sus ahorros en sus países de origen. La región, alguna vez azotada por la hiperinflación y la fuga de capitales, ahora cuenta con mercados financieros prósperos respaldados por fondos de pensiones locales y otros administradores de activos.
“La banca privada en América Latina está en auge. Y con las herramientas digitales correctas, los administradores de banca patrimonial ahora están en capacidad de llegar a una comunidad creciente y de forma mucho más afluente que antes”, destaca Enrique Ramos O’Reilly, Director Regional de TEMENOS para América Latina.
En este contexto, todo apunta a que es el momento adecuado para que los gestores de patrimonio de la región inviertan en nuevas herramientas digitales. La banca privada en América Latina tiene una oportunidad única para aprovechar las capacidades de las soluciones WealthTech que mejoran la productividad de los servicios patrimoniales a los clientes, al tiempo que permite a los asesores automatizar las funciones administrativas y de cumplimiento.
WealthTech ofrece una excepcional experiencia de usuario, ayuda a los bancos a llegar a diferentes segmentos de clientes con asesoramiento de inversión personalizado, lo que lleva a una mejor administración de las relaciones. La implementación de una plataforma de administración del patrimonio única e integrada permite importantes niveles de automatización y mejoras en los procesos de negocios. La plataforma ofrece un servicio de atención al cliente mejorado mediante tiempos de respuesta más cortos y personalización mediante las funcionalidades de administración de cartera y analítica integradas del sistema.
Buenos vientos para el fintech
De acuerdo con el Global Wealth Report 2017 de Boston Consulting Group, América Latina fue la segunda región con mayor crecimiento en patrimonios financieros después de Asia Pacífico con $ 5,4 billones en activos en 2016. Y aunque la cifra sigue siendo solo una fracción de los $ 166 billones de la riqueza global estimada por BCG, la porción de América Latina crecerá de manera constante.
“Para la región en su conjunto, las perspectivas son halagadoras después de las acciones de los gobiernos nacionales para impulsar el sector privado y atraer inversiones”, destaca Boston Consulting. “Cuando se considera la inflación, se espera que la riqueza crezca un 5% anual para alcanzar los 7 billones de dólares en 2021”.
“En TEMENOS, estamos viendo estas mismas tendencias desarrollarse en tiempo real. Hemos estado asesorando a los bancos de la región por más de 15 años y hoy el apetito por invertir y aprovechar la tecnología digital en la región crece a un ritmo sin precedentes”, agregó Enrique Ramos O’Reilly.
Dado el tamaño actual del negocio, a veces es difícil para los asesores latinoamericanos, y sus bancos en la casa matriz, ver el valor de invertir en fintech. Sin embargo, existe una gran demanda de herramientas que permiten a los asesores de la banca patrimonial ser más productivos. Ven el valor en la tecnología que hace su trabajo más fácil y que libera tiempo para ver a los clientes. Esto puede ser tan simple como un software que permite a los asesores ejecutar datos del cliente en una tableta u otro dispositivo portátil, permitiéndoles encontrar clientes usualmente muy ocupados, en donde quiera que estén: en su casa, en el campo de golf o en una terminal del aeropuerto.
Los retos de la atención exclusiva
Para el mercado afluente masivo (ahorristas con saldos que van desde los 250 mil a 1 millón de dólares) las solucuiones basadas en WealthTech pueden servir a los equipos de investigación en los bancos a diseñar modelos de asignación de activos y portafolios para adaptarse a diferentes grupos de clientes categorizados por su edad, perfil de riesgo, tamaño y plazo de las inversiones, entre otros parámetros, y así lanzar nuevos productos al mercado más rápido.
También existe mucho interés en los productos de WealthTech que ayudan a automatizar ciertos requisitos regulatorios que requieren mucho tiempo, como los controles de salud de “conozca a su cliente”. Antes de la digitalización, esto significaba completar y procesar cuestionarios detallados. También se está implementando la automatización para implementar las reglas de MiFID, conocidas en la región como prácticas de venta, que requieren que los bancos comprendan las prioridades de riesgo e inversión de sus clientes y ofrezcan productos que sean apropiados para las necesidades de sus clientes.
Sin duda que vendrán otros avances en WealthTech, como robo-advisors, ya que los servicios automatizados de asesoría de inversión son la clave para ofrecer servicios de banca privada a los más acaudalados, a un costo que pueden pagar tanto los bancos como sus clientes.
Con el retorno de la prosperidad económica y la estabilidad financiera, la administración de la riqueza finalmente tiene la oportunidad de desarrollar todo su potencial en América Latina. Y con las herramientas adecuadas de WealthTech, los asesores podrán ofrecer un servicio mejor, más rentable y más centrado en el cliente.