Hace tres meses la compañía rusa fue declarada ilegal. Ahora el Gobierno estadounidense puso 90 días de plazo para eliminar todo el software de Kaspersky en funcionamiento, pues alega que existen supuestas relaciones entre la compañía y el Gobierno de Putin.
Un nuevo capítulo del juego de espías que están protagonizando los gobiernos de Estados Unidos y Rusia ha dejado, parece que definitivamente, a Kaspersky fuera del mercado del país norteamericano.
Si hace apenas tres meses el fabricante de software de seguridad ruso fue expulsado de la lista de proveedores legales, ahora el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) decidió eliminar todos los productos de la firma que ya estaban siendo utilizados en las agencias gubernamentales del país.
Elaine Duke, secretaria de la NSA, dio un plazo de 30 días para que las agencias identifiquen si utilizan software de Kaspersky con el fin de eliminarlo en menos tres meses.
“Estamos preocupados por los lazos entre ciertos trabajadores de Kaspersky y la inteligencia rusa y otras agencias gubernamentales así como las connotaciones de la ley rusa que permite a sus equipos de inteligencia obligar a la empresa a interceptar las comunicaciones que transitan por sus redes”dijo Duke. “El hecho de que el gobierno ruso, ya sea por sí mismo o en colaboración con Kaspersky, pueda comprometer nuestros sistemas federales de información, es un tema muy importante para nuestra seguridad nacional”.
Kaspersky podrá presentar un escrito de alegación al entender que sus intereses comerciales están siendo menoscabados. En cualquier caso, desde la compañía lanzaron el contraataque manifestando su “decepción” con la decisión, tras entender que “no se ha presentado públicamente ninguna evidencia, ya que las acusaciones se basan en alegatos falsos y suposiciones inexactas, incluyendo afirmaciones sobre el impacto de las leyes rusas en la compañía”.
Asimismo, desde la empresa quieren dejar claro que no tienen ningún lazo con su Gobierno. “Más del 85% de nuestros ingresos proceden de fuera de Rusia, lo que demuestra que trabajar inapropiadamente con cualquier Gobierno solo sería perjudicial para nosotros. Kaspersky Lab nunca ha ayudado ni ayudará a ningún Gobierno en labores de ciberespionaje. Estados Unidos, con la decisión, está mandando un mensaje muy contundente”.