En caso de desastre podría proveer de comunicaciones móviles y de Internet reduciendo sustancialmente los costos con respecto a otros prototipos anteriores.
Ante una tragedia de grandes magnitudes, por ejemplo una catástrofe natural, donde se hayan caído los sistemas de comunicaciones móviles e incluso toda la red de Internet, es allí donde entran en juego los Drones especiales.
Ingenieros del MIT lograron, en ese sentido, que uno de estos pequeños aparatos voladores pueda mantenerse en el aire durante varios días proveyendo servicios. Y es que hasta ahora los costos sobrepasaban todas las previsiones y los aviones no tripulados solo podían permanecer en el aire una o dos jornadas, lo que impedía que las fuerzas de rescate pudieran actuar por más tiempo.
Un ejemplo claro es el de la Fuerza Aérea (Air Force) de los Estados Unidos, que para proporcionar una cobertura buena y persistente gastaba miles de dólares por hora y por vehículo.
Pero se dice hasta ahora, porque un grupo de ingenieros del MIT desarrolló un diseño mucho más económico y que puede mantenerse suspendido en las alturas durante mucho más tiempo, más de cinco días en concreto.
Se trata de un prototipo de cerca de siete metros y 70 kilos de peso que puede transportar entre cinco y diez kilos de equipo de comunicaciones mientras vuela a unos 4.500 metros de altura. Éste está propulsado por un motor de gasolina de cinco caballos de fuerza.
El nuevo Drone forma parte del proyecto Beaver Works del instituto, del cual participó en un primer momento la Air Force con la proposición del diseño de un vehículo alimentado por energía solar, con el objetivo de que pudiese mantenerse indefinidamente en el aire. Otros gigantes como Google experimentaron este concepto para ofrecer acceso continuo a Internet en zonas rurales y remotas de África.
Pero cuando el equipo analizó la idea se encontró con varios problemas y se dieron cuenta que esta energía no era el camino para lidiar con catástrofes de larga duración. “Podría haber funcionado bien en épocas estivales, pero no en invierno, sobre todo si estás lejos del ecuador, donde las noches son más largas y no hay mucha luz solar durante el día”, dijo John Hansman, director del proyecto. “Para misiones de socorro no estaríamos completamente preparados”.
Los investigadores llegaron a tal conclusión después de utilizar el software GPkit, que permite determinar las decisiones más óptimas en cuanto al diseño y las dimensiones de un vehículo según las limitaciones o los requisitos de la misión. “Nos proporcionó toda la información necesaria para ‘dibujar’ el aparato”. Así, llegaron a la conclusión de que el modelo debía ser realizado con gasolina y que, a pesar de eso, podrían recortar mucho en costos.