El pequeño autobús comenzó a operar, en su versión beta, en el barrio londinense de Greenwich.
Poco a poco, las grandes ciudades parecen llenarse de vehículos autónomos, pero no solo carros, pues los autobuses sin conductor que realizan un servicio normal de transporte de pasajeros comienzan a formar parte del sistema.
En ciudades como Holanda (con WePod), Las Vegas (con el proyecto Navya) y distintas urbes de España (a través de CityMobil) es una realidad. A ellos se sumó Londres, que recibió oficialmente a Harry, un pequeño autobús autónomo que ha sido creado desde el proyecto GATEway y que lleva en pruebas desde el 2016.
En estos momentos está circulando por la ciudad, en su versión beta y de manera gratuita recorre el barrio de Greenwich, donde ofrece sus servicios dentro de una ruta preestablecida de unos cuatro kilómetros.
Estará operando durante un periodo de tiempo de tres semanas y se espera que en total transporte a unos 100 personas, quienes podrán probar esta tecnología y también opinar sobre su funcionamiento.
El pequeño vehículo autónomo tiene capacidad para cuatro personas y durante sus trayectos contará con el apoyo de con un operador, que estará disponible para resolver cualquier duda o atender una posible emergencia.
La velocidad a la que se moverá Harry será de 16 km/h y dispondrá de cinco cámaras y tres sensores LIDAR con los que podrá controlar el exterior para detectar cualquier obstáculo en su camino.
Si estas pruebas resultan un éxito, el Centro de Investigación de Transporte del Reino Unido apunta que en 2019 podría estar preparada la primera flota de autobuses autónomos en Greenwich, con el objetivo de ser ampliada en el 2020.