Desde su lanzamiento en el 2006, Twitter ha logrado sumar más de 320 millones de usuarios, con poco más de 250 millones que usan la red a través de su dispositivo móvil. Pero en los últimos años, la empresa viene enfrentando problemas, marcados por la inestabilidad sobre su identidad y por la preferencia sobre el bienestar de los accionistas más allá del bienestar de sus usuarios.
PC World en Español|William Peña
Los 10 años del nacimiento de Twitter, que se cumplen hoy 21 de marzo, deberían ser de gran celebración, pues sumar este tiempo en un entorno de grandes fracasos y desapariciones en el mundo tecnológico y de las redes sociales es una verdadera proeza. Pero en la sede de la empresa no están mayormente entusiasmados y las razones están enfocadas en la crisis que vive Twitter hoy, marcada por lo que podría definirse como un problema de identidad, además de la decisión de la empresa, desde que salió a Bolsa en 2013, de mantener felices a los accionistas por encima de la felicidad de sus millones de usuarios.
La compañía, que logró cambiar radicalmente la forma de transmitir informaciones, utilizando textos cortos en vez de imágenes, audios o videos en principio, logrando que millones se conectaran a través de ella para informarse, informar y leer o producir noticias cortas, más allá de la primera intención de twitter que era simplemente conectar amigos y contarles lo que estaban haciendo, no ha logrado saltar totalmente de esa primera etapa y aunque ha intentando varias cosas, algunas exitosas, otras no, la presión de sus accionistas y de los analistas, la tienen prácticamente paralizada.
Mientras tanto los usuarios, millones, comienzan a buscar otras opciones, pues sienten que Twitter los ha abandonado, más cuando gran parte de los que están en la red no quieren que ésta se torne a un Facebook en 140 caracteres, ni mucho menos que tenga alguna semejanza con cualquier otra de las redes exitosas. La quieren original y auténtica.
Pero en Twitter parece que leen poco los intereses de sus usuarios y se enfocan más en la búsqueda de opciones para mantener felices a los accionistas, aunque éstos tampoco están muy contentos últimamente, pues la compañía, aunque incrementó los ingresos también incrementó las pérdidas en los últimos resultados trimestrales.
Y, además, se estancó en la adhesión de nuevos usuarios. Del Twitter de inicios, que logró establecer parámetros de fortaleza comunicacional con su influencia en grandes acontecimientos a nivel mundial, queda poco, pues la compañía, que también se convirtió en un termómetro social y de gran impacto en el mundo de las estrellas, con valores agregados como las etiquetas (Hashtags), hoy día se encuentra atravesando un proceso de inestabilidad sobre su identidad y parece no saber realmente que es lo que quiere o puede dar a sus audiencias.
El nuevo presidente de la empresa, Jack Dorsey (@jack), llegó en octubre y lo primero que intentó hacer fue convertir a Twitter en una especie de MiniFacebook, intentando eliminar uno de los valores más importantes de la empresa, el sistema cronológico, que permite a las audiencias valorar las informaciones tal y como han sido recibidas, además de analizar con certeza qué esta pasando sobre ciertas novedades, utilizando el sistema de búsquedas de la red, bastante exitoso.
La decisión de Twitter a sus 10 años no es fácil. La empresa tiene que tomar un rumbo. O se mantiene como una gran red de información y acumulación de datos de los usuarios para permitir un análisis social del entorno, local, global, ideal para que las empresas, estrellas, naciones, entre otras, puedan entender, conectar y resolver problemas o se transforma en una red social que se asemeje a Facebook o a otras y los usuarios decidirán si seguir o abandonarla.
