Con el 2015 a punto de acabar, Ubuntu se quedó corta en su meta de alcanzar los 200 millones de usuarios para estas fechas, una meta que se fijó en 2011.
PCWorld | Jared Newman
La popular distro de Linux se fijó este ambicioso objetivo hace cuatro años, y no ha llegado ni a acercarse. De hecho, le cuesta superar la mitad de esa cifra y no cumplirá el vaticinio que hiciera el CEO de Canonical hace cuatro años.
Corría el mes de mayo de 2011 cuando Mark Shuttleworth aseguró que su meta era “alcanzar los 200 millones de usuarios de Ubuntu en cuatro años” en una reunión de desarrolladores.
Como señala el sitio especialista en Linux, Phoronix, las instalaciones de servidor y escritorio de Ubuntu aún no han superado los 100 millones. El propio sitio web de Ubuntu dice que el sistema operativo de desktop cuenta con más de 40 millones de usuarios. En conjunto, Linux se encuentra en 1,61% de los ordenadores de sobremesa con acceso a Internet, según NetApplications del pasado mes. En comparación, Windows 10 alcanza el 9%, con 110 millones de usuarios del sistema operativo.
Con el mercado de PC en declive, es poco probable que Ubuntu obtenga mucha ayuda por el lado de los ordenadores para alcanzar esa cifra. Canonical ha hecho sólo cambios menores en el sistema operativo de escritorio últimamente, y ha prestado mayor atención a los teléfonos inteligentes y a un sistema operativo convergente entre smartphone y escritorio. Sin embargo, los esfuerzos de Ubuntu en esta área son lentos por ahora, con apenas 25,000 usuarios, según estimaciones recientes.
El fallo en lograr la marca de los 200 millones de usuarios pone de relieve lo difícil que es para Ubuntu pasar del mundo de desktop a otras categorías de dispositivos como teléfonos, televisores o coches conectados.
Microsoft también ha establecido un reto similar y espera alcanzar mil millones de dispositivos Windows 10 en tres años, algo que puede ser difícil de lograr, a menos que Windows entre con fuerza en categorías de producto relacionadas con el hogar inteligente, los robots o la realidad aumentada.