La proliferación de la economía On Demand puede crear una pesadilla a lo Dickens en una era de capitalismo no regulado que destripa derechos de los trabajadores y las conquistas alcanzadas por los movimientos laboristas.
Sharon Florentine | CIOAL
Esta nueva tendencia también puede ser el comienzo de una utopía centrada en el trabajado, quien pasa a controlar todos los aspectos y problemas de su vida, donde los límites y balances entre lo laboral y personal se desvanecen.
No obstante, será más probable que se encuentre en algún lugar entre estos dos extremos. Un reciente artículo en The Economist señala:
La economía on demand no es la introducción de la serpiente del trabajo informal en el jardín del pleno empleo, es la explotación de una mano de obra ya en condiciones precaria en formas que pueden disminuir algunos problemas, incluso a medida que agravan otros.