PCs que arrancaban de inmediato y no tener que preocuparse por el registro de Windows– ¿Qué puede no gustarnos de eso?
Nos movemos entre velocidades de Gigahertz y no Megahertz. Almacenamos Gigabytes en lugar de Kilobytes. Guiándonos sólo por los números estamos viendo en un paraíso computacional si lo comparamos con hace 20 o 30 años cuando comenzó la revolución de la computación personal. Pero hay algunas cosas de aquellos días que todavía quisiéramos.
1. Más RAM del que usted puede manejar.
Una frase frecuentemente atribuida a Bill Gates es “640KB –si leyó bien son kilobytes—deben ser suficientes para cualquier usuario de computadoras” (El lo ha negado vehementemente.) Nosotros usamos esa frase para reírnos actualmente, pero en 1981 este sentimiento puede haber tenido sentido.
Las populares Apple II y Commodore 64 tenían 48KB y 64KB de memoria de sistema, respectivamente, Y la configuración básica de la PC de IBM tenía apenas 16KB. Pocos se quejaron. Durante la primera década de los PC nadie, a excepción de unos pocos fanáticos, tenía que llevar sus sistemas más allá del límite de los 640KB. En estos días, hasta 2GB no son suficientes para evitar que Windows caiga en el foso de la memoria virtual.
2. Arreglos fáciles, sin tocar el registro
¡Hey! ¿Quiere arreglar sus preferencias de WordPerfect? Sólo abra su editor de texto favorito y edite el archivo WP.INI para lograr su cometido.
Antes de la introducción del registro en Windows 95 la edición de archivos .INI era la forma de configurar su experiencia con la PC. Por supuesto que algunos parámetros parecían arcanos, Pero tratar con ellos era mejor que tratar de descifrar los enigmáticos parámetros HKEY_local_machine que infectan las máquinas Windows en los últimos 12 años.
Los archivos .INI erán fáciles de restaurar, copiar o intercambiar y si se corrompía uno no se caía el sistema entero. Y honestamente, ¿oyó usted hablar de un limpiador de .INI? Allí está el caso.