La industria de las computadoras ha trabajado fuertemente para que la mayoría de los dispositivos que usemos sean muy fáciles de instalar. En otras palabras, lo inicias, y ya puedes usarlo libremente, sin configurarlo. Uno de los equipos que nunca deben ser de esa manera es el router de tu casa.
Después de que se vaya el técnico, hay ciertas cosas que deberías hacer:
Entra en tu router y cambia los detalles de administrador
Lo primero que debes hacer al cambiar de router es entrar a su panel de control. Querrás hacer esto para poder saber en dónde cambiar la clave de tu Wi-Fi, cambiar el tipo de protocolo de seguridad, el nombre etcétera. Más importante, necesitas entrar a tu router para que puedas cambiar el nombre del administrador y su contraseña.
Algunos routers no te dejarán cambiar el nombre del administrador, pero cambiar la contraseña es crucial. Si no lo haces alguien podría entrar a tu red doméstica, pueden entrar a tu router usando a configuración por defecto.
Si no sabes cómo entrar a tu router, revisa el manual, o pregunta a tu proveedor de internet, o busca un manual de tu modelo en línea.
Usa WPA2
Ya que estás dentro de tu router, debes asegurarte que usas WPA2 (Wi-Fi Protected Access II) como la encriptación para conectarse a tu router.
Hoy día, WPA2 es considerado la mejor manera de asegurar la conexión de tu router. Esto funciona al encriptar todo el tráfico entre dispositivos y el router, haciendo más difícil a cualquiera obtener tus datos.
Una cosa que debes hacer es apagar el WPA (Wi-Fi Protected Access). Esto permite a una debilidad en tu router que podría ser explotado por un atacante.
Los protocolos de seguridad de tu router se encuentran en la sección de Seguridad, o similar.
Usa una contraseña absurdamente larga
No te aloques con este consejo. No estoy sugiriendo que uses una contraseña de 100 caracteres o algo similar, pero uno de entre 20 y 30 con letras, números y caracteres generados al azar es una idea aceptable. La idea es que a un atacante le cueste mucho trabajo adivinar tu contraseña. Un método es hacer la clave un poco más larga que las claves que usas en línea.
Esto significa que probablemente necesites un gestor de contraseñas para recordarlo y la necesidad ocasional de registrar nuevos dispositivos puede ser una molestia. Pero el esfuerzo extra resulta en una conexión muy segura que mantendrá alejados a los delincuentes.