Google finalmente respondió a la demanda legal presentada contra YouTube de la manera que muchos esperaban: esgrimiendo la defensa común a los proveedores de servicio provista en el Acta de Derechos de Autor del Milenio Digital.
Si esta defensa funcionará o no es algo que se resolverá en los tribunales. Pero Google está en una posición mucho mejor para defenderse contra los cargos de violación de derechos de autor que las redes compañero a compañero hace algunos años, cuando sitios como Grokster y el Napster original fueron perseguidos por las compañías de música por ofensas similares. Por un lado, el YouTube de Google siempre ha limitado la longitud de los cortos de vídeo que pueden subirse al servicio, lo que dificulta mucho más a los usuarios la posibilidad de compartir un material completo que esté protegido por las leyes de autor. Por otro lado, YouTube cuenta con un mecanismo activo para sacar material del sitio y ha indicado que está dispuesta a emplearlo cuando el titular de los derechos de autor lo reclame. Además, utiliza filtros para tratar de impedir en primer lugar la publicación de contenido con derechos de autor –aunque Viacom los considera ineficaces– y aun ahora está trabajando para mejorar estas herramientas.
Pero más que eso, a diferencia de las redes compañero a compañero, el éxito de YouTube no depende del material con derechos de autor. Un estudio reciente de Vidmeter.com reveló que menos del 10% de los vídeos más populares del sitio pertenecen a titulares de derechos de autor que los quieren sacar del sistema, como señaló Cathy Lu en su blog en PC World. Aun si las cifras que arroja el estudio fueran muy bajas, como señalan Viacom y otros proveedores de contenido, queda claro que una porción muy significativa del atractivo y del ,éxito de YouTube no tiene nada que ver con materiales protegidos.
Además, Google Video tiene acuerdos sobre contenidos con algunos titulares de derechos de autor y ha compartido con ellos sus ganancias por publicidad, una práctica que está trasladando a YouTube. Eso hace lucir a Google más como un socio que como un pirata.
Todo esto no significa que Viacom no tenga un buen caso. A pesar del comunicado que Viacom le envió a YouTube para sacar sus materiales, el enorme volumen de contenido de YouTube prácticamente garantiza que algún contenido de Viacom permanezca en el sitio (cómo ha sido demostrado) y también implica que las herramientas para descubrirlo no están haciendo un trabajo adecuado.
Como otros han dicho, es poco probable que YouTube desaparezca, independientemente de la decisión de este juicio. Cómo pasó en el caso de las redes compañero a compañero, lo que está en juego aquí es la norma que Google y otros proveedores del servicio de Internet tendrán que cumplir para protegerse en caso de que los usuarios suban y compartan contenido con derechos de autor en su servicio.
La Corte Suprema emitió una opinión bastante equilibrada en el caso Grokster de 2005. Si este caso llega tan lejos –y puede ser que lo haga– sólo podemos esperar que la corte tome una decisión parecida.
-Anush Yegyazarian, PC World