Creatividad e innovación en la era de la inteligencia artificial: el verdadero reto de diferenciarse.
Ariel Jeria, Gerente general de Rompecabeza.
Cada 21 de abril conmemoramos el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación. No es un día más en el calendario: es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos creando, ideando y transformando nuestro entorno, especialmente en un mundo donde la inteligencia artificial se ha convertido en parte esencial de nuestros procesos creativos y profesionales.
Hoy, más que nunca, la IA democratizó el acceso a herramientas que antes eran exclusivas de expertos o requerían habilidades técnicas muy específicas. Ahora cualquiera puede generar un texto atractivo, una imagen impactante o una campaña visual en minutos. Para quienes trabajamos en marketing, innovación o emprendimiento en Chile y Latinoamérica, esto representa una oportunidad enorme… y al mismo tiempo, un desafío complejo: ¿cómo destacar en un mar de contenido que parece cada vez más homogéneo?
La facilidad para crear también ha traído una sobrecarga de información visual y textual. Es cierto: ya no hay excusas para sufrir bloqueos creativos, porque hay herramientas que nos ayudan a desbloquear ideas. Pero también es cierto que esas mismas herramientas están disponibles para todos. ¿El resultado? Un océano de propuestas visuales y narrativas que se parecen demasiado entre sí.
Un ejemplo reciente y claro es lo que ocurrió con las imágenes generadas en estilo Studio Ghibli.
Bastó que una plataforma ofreciera esta opción para que cientos de usuarios -profesionales del diseño, marketing y entusiastas por igual- comenzaran a generar versiones similares de todo tipo de escenarios y personajes. El resultado fue una avalancha de imágenes hermosas, pero indistinguibles entre sí. ¿Cuál fue la voz detrás de cada una? ¿Qué historia única contaban? Difícil saberlo.
Aquí es donde entra en juego la verdadera creatividad. No basta con usar bien la herramienta; hay que inyectarle identidad, experiencia y contexto. La IA puede otorgar una base, puede inspirar o ayudar a pulir una idea, pero la autenticidad viene de cada uno. De cada historia, de los fracasos, de una visión del mundo. Imitar o seguir lo que otros hacen puede ser un primer paso, pero no es sostenible si nuestra meta es diferenciarnos, aportar valor o generar impacto real.
Lo que marca la diferencia no es cuán espectacular es la imagen que cada uno generó con IA, sino si detrás de ella hay un mensaje que conecte con nuestra audiencia. En el mundo del marketing, eso sigue siendo clave. Y para quienes están emprendiendo o liderando procesos de innovación, vale la misma regla: las herramientas no son el fin, sino el medio. El propósito, la mirada crítica, la coherencia con los valores personales o de marca, eso no se puede automatizar.
En esta era donde la inteligencia artificial avanza a velocidad exponencial, la creatividad sigue siendo profundamente humana. La innovación no se trata solo de hacer algo nuevo, sino de hacerlo con sentido. Celebremos este Día de la Creatividad e Innovación reafirmando nuestro compromiso de utilizar las herramientas disponibles para potenciar nuestra creatividad, sin perder de vista la esencia que nos hace únicos.