Microsoft despide a empleados tras protesta pública. Dos trabajadores fueron apartados tras interrumpir un evento corporativo para rechazar el uso de tecnología de inteligencia artificial en operaciones militares israelíes; la compañía defiende sus decisiones y su política de “no interrupciones”.
Dos empleados de Microsoft fueron despedidos luego de manifestarse durante el evento del 50º aniversario de la empresa en protesta por su colaboración tecnológica con el ejército israelí. La acción fue liderada por Ibtihal Aboussad, ingeniera de software, quien interrumpió una presentación en vivo en el campus de Redmond, Washington, acusando a la empresa de contribuir con un “genocidio” mediante la venta de herramientas de inteligencia artificial.
Aboussad se dirigió directamente al CEO de IA de Microsoft, Mustafa Suleyman, denunciando el uso de productos de la compañía en operaciones militares. “Dices que usas IA para el bien, pero Microsoft vende armas de IA al ejército israelí”, gritó antes de lanzar un pañuelo keffiyeh al escenario —símbolo de solidaridad con el pueblo palestino— y ser escoltada por seguridad.
Un segundo empleado, Vaniya Agrawal, interrumpió más adelante otro segmento del evento. Ambas acciones provocaron pausas en la transmisión en vivo y la atención inmediata de la empresa.
Despidos inmediatos y razones expuestas
Según el grupo activista No Azure for Apartheid, Aboussad fue convocada a una reunión virtual con recursos humanos donde se le comunicó su despido inmediato. El argumento principal de Microsoft fue que su conducta fue disruptiva, provocativa y con el objetivo de “ganar notoriedad” en un evento de alto perfil. La compañía añadió que Aboussad pudo haber expresado sus preocupaciones de manera interna, sin interrumpir públicamente un acto corporativo.
En el caso de Agrawal, quien ya había presentado su renuncia con fecha efectiva del 11 de abril, Microsoft aceleró su salida el mismo lunes, notificándole por correo electrónico que su baja sería inmediata.
Acusaciones, contexto y antecedentes
Las manifestaciones se produjeron tras revelaciones periodísticas que vinculan a Microsoft y OpenAI con el desarrollo de modelos utilizados por el ejército israelí para seleccionar objetivos durante recientes conflictos en Gaza y Líbano. Entre los casos mencionados figura un ataque aéreo en 2023 que mató a tres niñas y su abuela en Líbano, debido a un error en la selección del objetivo.
Microsoft ha defendido sus decisiones señalando que mantiene “altos estándares” en sus prácticas empresariales y que ofrece múltiples vías para que sus empleados expresen sus opiniones, siempre y cuando no interrumpan las operaciones de la compañía.
No es la primera vez que ocurren protestas internas por la relación con Israel. En febrero, cinco empleados fueron retirados de una reunión con el CEO Satya Nadella por manifestarse en contra de contratos con el gobierno israelí.
Casos similares en otras empresas tecnológicas
Este incidente recuerda situaciones similares ocurridas en otras grandes tecnológicas. En 2023, Google despidió a varios empleados que organizaron sentadas en oficinas de Nueva York y California para protestar por el Proyecto Nimbus, un contrato de 1.200 millones de dólares para proveer tecnología de IA al gobierno israelí.
Tras los despidos, algunos de esos trabajadores llevaron el caso ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales en EE. UU. para intentar recuperar sus empleos.
En todos estos casos, el creciente uso de inteligencia artificial en contextos militares ha generado un debate profundo sobre la responsabilidad ética de las empresas tecnológicas y los límites de la protesta dentro del ámbito laboral.