Georgia Tech rompe vínculos con instituciones chinas tras preocupaciones de seguridad nacional. La universidad estadounidense finaliza colaboraciones estratégicas en China, citando riesgos para la seguridad nacional y aumentando la tensión en la cooperación académica entre EE. UU. y China.
Georgia Tech ha decidido poner fin a sus asociaciones de investigación y educativas en las ciudades chinas de Tianjin y Shenzhen. La medida responde al escrutinio del Congreso de Estados Unidos sobre posibles vínculos entre estas instituciones y el ejército chino. En mayo, el comité selecto de la Cámara de Representantes sobre China solicitó detalles sobre los proyectos conjuntos entre Georgia Tech y la Universidad de Tianjin, relacionados con tecnologías de semiconductores avanzados.
Razones detrás de la decisión
En 2020, la Universidad de Tianjin y sus filiales fueron incluidas en la lista de restricciones de exportación del Departamento de Comercio de EE. UU. debido a actividades contrarias a la seguridad nacional, como el robo de secretos comerciales y colaboración militar. Ante esta situación, Georgia Tech ha reevaluado su postura y decidió que continuar su colaboración con Tianjin, así como con el Instituto de Shenzhen (GTSI), no es viable.
Georgia Tech anunció que, aunque dejará de participar en el Instituto de Shenzhen, los 300 estudiantes actualmente inscritos podrán finalizar sus estudios. La embajada de China en Washington criticó la medida, calificándola de “difamación injustificada” y acusando a EE. UU. de politizar la cooperación educativa.
Innovaciones en riesgo y preocupaciones estratégicas
En medio de esta controversia, Georgia Tech había logrado avances significativos en el campo de los semiconductores con la creación del primer dispositivo funcional de grafeno. Este desarrollo, que podría revolucionar la electrónica, se ve afectado por la creciente tensión entre EE. UU. y China, quienes consideran los semiconductores como un sector estratégico con aplicaciones tanto civiles como militares.
Respuesta del congreso y aumento del control
Líderes del Congreso, como la Representante Virginia Foxx, elogiaron la decisión de Georgia Tech y pidieron a otras universidades que sigan su ejemplo. La vigilancia sobre las influencias chinas en universidades estadounidenses se ha intensificado, ante preocupaciones de que Pekín aproveche estos entornos para evadir controles de exportación y leyes de seguridad nacional.
En un contexto más amplio, el Departamento de Justicia de EE. UU. ha reorientado su enfoque hacia China, abandonando programas anteriores que fueron criticados por fomentar el perfil racial y obstaculizar la investigación científica. Sin embargo, la vigilancia sobre la transferencia de tecnología y las influencias extranjeras en el ámbito académico sigue siendo una prioridad estratégica.