Las nuevas consolas de videojuegos tienen un consumo significativamente mayor que las generaciones anteriores. Además, ahora las utilizamos más que nunca. Entonces, si queremos evitar millones de toneladas en emisiones de dióxido de carbono al año, los gamer deben conocer su huella energética y ser más eficientes.
La luz que consume tu consola de videojuegos es ahora mayor que nunca, lo que tiene sentido considerando las altas prestaciones de la última generación. Al mismo tiempo, ahora los videojuegos son más populares que nunca. Entonces, ¿cuál es su impacto en nuestra factura de electricidad? y ¿cómo podemos reducirlo?
Los videojuegos han cambiado mucho desde que Atari lanzó al mercado Pong en los años 70. Desde entonces, los juegos se han hecho mucho más complejos y demandantes a nivel de hardware. Ha sido tanto que, los títulos actuales consumen 50 veces más electricidad que hace tres décadas. Esto debe considerarse conjuntamente a los ajustes de las tarifas de luz, en un momento en el que la sociedad está más tiempo en casa. Por lo que, es una buena idea que los gamers conozcan cuánta energía consumen y cómo podrían jugar de forma más eficiente.
Cuánta luz consume tu consola de videojuegos
Las especificaciones de las nuevas consolas de videojuegos son impresionantes, a tal punto que son capaces de reproducir entornos de realidad virtual sin ningún problema. Sin embargo, tal avance en potencia tiene un costo. Es decir, las consolas utilizan mayor energía según la demanda de recursos que haga determinado título. Por lo que, mientras más exigente sea un videojuego desde el punto de vista gráfico, tu consola requerirá más poder para ejecutarlo, y al ser más poderosa, consumirá más electricidad.
Para ponerlo en perspectiva, dos generaciones de consolas atrás, la PlayStation 3 o la Xbox 360 podían consumir la misma cantidad de energía que dos refrigeradores nuevos a lo largo de un año. Por un lado, la PlayStation 3 consumía mucha más energía que la PS2, en standby requería 1,1 vatios, y durante un juego intenso podía llegar hasta los 189. Al mismo tiempo, el consumo de energía de la Xbox 360 en modo de espera es de 2,2 vatios (el doble que el de la PS3 en modo similar), y al igual que su rival, durante el juego, el consumo de energía aumentaba, llegando hasta los 172 vatios.
Así pués llegamos a 2022, con una nueva y poderosa generación de consolas con menos de dos años de vida. En todo han crecido las nuevas consolas de Sony y Microsoft, incluyendo en su demanda energética. Por ejemplo, la PlayStation 5 y la Xbox Series X son capaces de consumir 220 vatios. Lo que quiere decir que, una sesión de juego de 5 horas consumirá 1,1kWh por día. Algo que podría variar a medida que se vayan desarrollando juegos más exigentes.
Y aunque 1,1kWh por día no parece mucho para una persona, considera que hasta ahora se han vendido más de 10 millones de consolas de nueva generación en todo el mundo. Lo suficiente para consumir la energía necesaria para abastecer una ciudad como Madrid.
Teniendo en cuenta esto, es evidente que queda mucho camino por recorrer y muchos cambios por hacer por parte de la industria del gaming. Por ahora, sin embargo, esto es lo que los gamers pueden hacer para marcar la diferencia.
Cómo reducir el consumo energético de tu consola de videojuegos
- Apaga siempre la consola cuando termines de jugar o ver una película. No creas que porque apagues el televisor la consola se apaga también. No es así. Si estás en mitad de una partida, guárdala para poder continuar donde lo dejaste.
- Activa la función de apagado automático, que apagará tu dispositivo si lo dejas inactivo durante un tiempo determinado. Esto no siempre es fácil de hacer y puede que tengas que instalar un software primero, así que haz clic aquí para ver las instrucciones paso a paso.
- Limita el uso de la consola como centro multimedia. Utilizar las apps directamente en tu smartTV es mucho más eficiente. Una consola de nueva generación, por ejemplo, consume cinco veces más energía que un dispositivo multimedia tipo AppleTV o Chromecast reproducir la misma película.