Los dos gigantes de la tecnología sellaron una alianza que tiene como objetivo la construcción de planta de microchips en Japón. Pero quizá no sean los únicos, ya que Denso, fabricante de piezas del grupo Toyota, estudia la posibilidad de unirse al proyecto.
Sony y TSMC unirán fuerzas para llevar adelante la construcción de una nueva planta para la manufactura de microchips. La inversión total del proyecto se estima en 800.000 millones de yenes (7.000 millones de dólares), y se espera que el gobierno japonés aporte hasta la mitad de la cantidad para financiar el proyecto.
TSMC (Taiwán Semiconductor Manufacturing Co) es el mayor fabricante de microchips bajo contrato del mundo. El Grupo Sony, por su parte, es una de las corporaciones de tecnología y entretnimiento más importantes del mundo. Ambas compañías, cuyos modelos de negocios estan alineados, están experimentando las consecuencias de la actual escasez mundial de microchips. En consecuencia, están estudiando la posibilidad de construir conjuntamente una fábrica de microprocesadores en el oeste de Japón, así lo informó la agencia japonesa Nikkei.
Además, el principal fabricante japonés de piezas de automóviles, Denso, también quiere participar en el proyecto. Lo cual hará mediante la instalación de equipos en la planta. Denso pertenece al grupo Toyota y busca obtener un suministro estable de los microchips utilizados en sus autopartes.
Sony y TSMC construirán una nueva planta en japón
La nueva fábrica estará ubicada en la prefectura de Kumamoto, en un terreno propiedad de Sony. Es decir, en una zona adyacente a la fábrica de sensores de imagen, según indicaron varias personas familiarizadas con el tema. De hecho, la planta fabricará los microprocesadores que se utilizan en los sensores de imagen de las cámaras, así como chips para automóviles y otros productos. Está previsto que entre en funcionamiento en 2024, según afirmaron estas personas.
Sony también ayudará a preparar el emplazamiento de la fábrica. Su objetivo es la adquisición estable de semiconductores para sus sensores de imagen.
De concretarse, esta sería la primera operación de producción de chips de TSMC en Japón. Estos planes llegan en un momento en que la industria tecnológica mundial se enfrenta a una escasez de microchips sin precedentes y a interrupciones en la cadena de suministro. El gigante tecnológico taiwanés confirmó en julio que estaba “revisando activamente” los planes para el proyecto. Nikkei Asia informó anteriormente de que TSMC estaba ultimando su decisión y estaba abierta a colaborar con Sony.
Participación gubernamental
Los fabricantes de chips japoneses abandonaron la carrera para el desarrollo de chips a gran escala en la década de 2010. En su lugar, contrataron la producción de semiconductores de última generación a empresas como TSMC. Al aceptar la inversión directa de la empresa taiwanesa, Japón espera reactivar la producción de productos avanzados en el país.
El gobierno japonés, se esta enfocando por mantener la estabilidad de la cadena de suministro en medio de la escasez de microchips. Así como las crecientes tensiones en torno al Estrecho de Taiwán, apoyará el proyecto con subvenciones, según supo Nikkei. TSMC y Sony declinaron hacer declaraciones a la agencia de prensa.
En este contexto, esta inversión prevista se produce en un momento en que las principales economías, como Estados Unidos y Europa, también se apresuran a trasladar la producción de microchips a su país por razones de seguridad nacional. Washington aprobó recientemente una ley bipartidista de 52.000 millones de dólares para apoyar la investigación y el desarrollo, así como la fabricación de chips.
Acuerdo entre gigantes de la industria
Sony controla la mitad de la cuota de mercado mundial de sensores utilizados en smartphones y cámaras, con bases de fabricación en las prefecturas de Kumamoto y Nagasaki. Los sensores se fabrican en líneas de producción de Sony, pero los microchips que procesan las imágenes son adquiridos a terceros, como TSMC.
El director general de Sony, Kenichiro Yoshida, declaró anteriormente que la capacidad de adquirir semiconductores de forma constante es importante para mantener la competitividad internacional de Japón.
A medida que se agrava la escasez mundial de microchips, crece el protagonismo de TSMC, que tiene la mayor cuota del mercado mundial de fabricación por contrato. A petición del gobierno estadounidense en 2020, TSMC decidió construir una fábrica de 12.000 millones de dólares en Arizona. Y en febrero la empresa anunció que establecería una base de investigación en Tsukuba, en la prefectura de Ibaraki.
El gobierno japonés tiene previsto subvencionar aproximadamente la mitad del coste total del proyecto. La financiación se incluirá en el presupuesto suplementario para el año fiscal 2021, que se ultimará después de las elecciones a la cámara baja del 31 de octubre. Consciente de la seguridad económica, el gobierno decidió que es esencial crear una capacidad de producción nacional de semiconductores avanzados.
A cambio de las subvenciones, el gobierno buscará el compromiso de que el suministro de chips al mercado japonés tenga prioridad.
A medida que aumentan las tensiones entre China y Estados Unidos, los semiconductores son cada vez más importantes para la seguridad económica, ya que constituyen la base de varias industrias. En junio, Tokio puso en marcha medidas para atraer a empresas extranjeras en medio de la creciente presión militar de China sobre Taiwán, un proveedor clave de semiconductores para Japón.