Como parte de una serie sobre la tecnología alrededor de la Fórmula Uno, empezaremos con el centro neurálgico del monoplaza: el volante.
El dúo Tecnología y Formula Uno han ido de la mano por más de 60 años. En estas décadas la categoría reina ha sido campo de pruebas para los avances más revolucionarios de la industria automotriz.
Serie Tecnología y Formula Uno
Como parte de una conjunto de artículos que dedicaremos a la Fórmula Uno, hablaremos del volante. Inicialmente su única función era la de dirigir el monoplaza. Hoy en día acumulan cerca de 30 botones e interruptores, hasta una pequeña pantalla LCD capaz de mostrar cientos de métricas, antes solo disponibles a los equipos tras el pitwall.
Parte 1: el Volante
El volante es el centro neurálgico del auto. Los pilotos tienen el control exclusivo sobre los ajustes diferenciales, el mapa motor, la potencia del KERS y la curva de par, entre otras cosas. Todos estos ajustes se pueden cambiar varias veces durante una carrera, o incluso en una vuelta.
En la actualidad, los volantes se han convertido en básicamente en computadora. Una pantalla LCD, a todo color, domina el centro en la casi todos los equipos -solamente Williams mantiene separados ambos elements.
Allí se puede ver la información de las RPM del motor, la temperatura del aceite a la velocidad de la vuelta actual, y el rendimiento del combustible, y mucho más
Los monoplazas tienen decenas de parámetros que pueden ser ajustados por los pilotos mientras superan los 300 kilómetros por hora.