La flexibilidad laboral se ha vuelto un tópico importante en estos días y una tendencia con un amplio crecimiento en las oficinas es integrar espacios flexibles de trabajo.
Los continuos cambios en la forma de trabajar de los empleados -con la irrupción de la tecnología, por ejemplo- obligan a las empresas a mantenerse a la vanguardia tanto en el “cómo” y en el “dónde” se desempeñan los colaboradores. Pero ¿qué son los espacios flexibles de trabajo, y por qué es tan importante implementarlos?
La arquitecta Nicole Solé, gerente general de inmobiliaria Exxacon detalla características fundamentales y los aspectos más demandados en el diseño de las nuevas oficinas.
Adaptarse a los nuevos tiempos
Hoy priman aspectos como la movilidad, comunicación y el trabajo colaborativo. Por lo tanto, el diseño de este tipo de oficinas incorpora lugares abiertos y áreas comunes para facilitar la interacción de los trabajadores de forma entretenida y dinámica. Lo anterior, ha permitido a las organizaciones adoptar una cultura empresarial más abierta y horizontal, preocupándose de las necesidades de los colaboradores y así impactar de forma positiva a la productividad de la empresa.
Integrar a los trabajadores en los espacios
Las oficinas se conciben para que los colaboradores no estén aislados, sino visibles e integrados en las distintas áreas de la empresa. Esto se traduce en la eliminación de cubículos o paredes divisoras, y la adquisición de un mobiliario de poca altura, mesas limpias y cómodas.
Espacios confortables y tecnológicos
En los espacios flexibles de trabajo, los dispositivos tecnológicos también deben incentivar a la movilidad, utilizando al mismo tiempo plataformas de comunicación y herramientas que faciliten la interacción. De este modo, los computadores fijos se reducen considerablemente, al igual que el consumo energético. “Una oficina flexible e inteligente debe contar con espacios como salas de conferencias, lugares para llamadas y otros espacios informales. La idea consiste en crear ambientes hogareños en los que el trabajador se sienta “como en casa”, lo que supone también, jugar con el mobiliario y la decoración.
Para Nicole Solé, los espacios flexibles no solo incrementan el valor de la propiedad, lo cual es un atractivo para los inversionistas, sino que les permite a las empresas adoptar una cultura abierta y colaborativa, tan necesaria en una era caracterizada por el coworking.