La inteligencia artificial está cada día más presente en nuestras vidas, ya sea a través de teléfonos móviles, portales de internet o robots. Finlandia es consciente de ello, y desde el año pasado trata de incentivar que su población aprenda los conceptos básicos de dicha tecnología.
Algunas de sus empresas, como Nokia y Elisa, se han comprometido a formar a sus empleados para que tengan conocimientos básicos, mientras que otras como Vainu utilizan la inteligencia artificial en sus proyectos. Lo llamativo de la última es que no ha contratado a empleados convencionales para llevar a cabo su trabajo, sino que ha optado por mano de obra reclusa.
Vainu, startup creada en 2014 y con sedes en Helsinki y otras capitales de relevancia mundial, trabaja actualmente en la creación de una base de datos de empresas. Su objetivo es facilitar el contacto entre compañías para que puedan encontrar contratistas con facilidad. Este ambicioso plan cuenta con la creación de una inteligencia artificial capaz de distinguir conceptos comerciales, la cual necesita una serie de informes para entrenar sus algoritmos.
En este punto es que entran en juego un grupo de presos de cárceles situadas en Helsinki y Turku, que se encargarán de preparar los documentos necesarios para el progreso de la idea de Vainu. Este proyecto de un año, considerado una forma de reinserción social para los reclusos, estará regulado por la Agencia de Sanciones Penales (CSA), que también se ha ocupado de elegir al centenar de trabajadores que forman parte de él.
La inteligencia artificial es amada y odiada a partes iguales por la sociedad, pues aunque aparentemente solo aporta beneficios, también es percibida como una amenaza para la mano de obra humana. Un robot dotado con un software avanzado puede llegar a ser más productivo que un humano en ciertos campos, tal y como la contabilidad o la construcción. De acuerdo con un estudio de Caixabank, un 43% de empleados en España corren un alto riesgo de ser sustituidos por robots en un futuro cercano.
La automatización de los trabajadores sigue sorprendiendo, pero en realidad no es algo nuevo. Cualquiera que acceda a un trámite digital, notará que gran parte de las plataformas webs, como Renfe o Correos, cuentan con inteligencias artificiales dispuestas a responder sus dudas. Y Aun que también están presentes en numerosas plataformas de entretenimiento online, todavía es posible enfrentarse a usuarios reales en casinos como William Hill, ya sea jugando al blackjack o a la ruleta, o en juegos multijugador como Minecraft u Overwatch.
En conclusión, si las compañías siguen apostando por la inteligencia artificial, resultará inevitable que los humanos pierdan puestos de trabajo, pero por otro lado, también ganarán en calidad de vida. Ser obrero o minero ya no resultará un trabajo de riesgo, ya que sean cuales sean las condiciones del terreno, un robot no temerá por su bienestar. Además, tal y como ha sido el caso en Finlandia, el desarrollo de nuevas tecnologías conllevará la creación de puestos de trabajo que solo una inteligencia humana podrá ocupar.