Un informe del Foro Económico Mundial desgrana cómo se transformarán los servicios financieros con el auge de la inteligencia artificial, una tendencia que trae al sistema potentes oportunidades pero también nuevos tipos de riesgo.
La física de los servicios financieros está cambiando de forma radical y la responsable de esta realidad es la aplicación de la inteligencia artificial; una tecnología que, combinada con otras como blockchain, cloud o la computación cuántica, transformará de forma radical el sistema tal y como lo conocemos. Así lo indica un estudio elaborado por el Foro Económico Mundial con la colaboración de la consultora Deloitte que apunta que se están debilitando los lazos que hasta ahora unían a los componentes de las instituciones financieras tradicionales y están entrando modelos operativos completamente nuevos que dan paso a dinámicas competitivas que recompensarán a aquellas instituciones que se centren en la sofisticación de los datos más que en la complejidad del capital.
El informe apunta que la seguridad del sistema será uno de los aspectos más afectados y que a medida que la inteligencia artificial vaya creando nuevos tipos de riesgo (tanto a nivel nacional como internacional) se necesitarán nuevas estrategias de gestión y mitigación de dichos riesgos.
Por otro lado, el estudio señala que la inteligencia artificial creará –ya lo está haciendo– nuevas necesidades laborales. Es más, la automatización desplazará a algunas partes de la fuerza laboral, lo que requerirá la acción colectiva de instituciones y reguladores. También hará precisa una protección extra del consumidor con nuevos métodos.
La fidelización de clientes, según el informe, será un nuevo campo de batalla. “A medida que se erosionan los métodos de diferenciación del pasado, la IA presenta una oportunidad para que las instituciones escapen a una ‘carrera a la baja’ en la competencia de precios, introduciendo nuevas formas de distinguirse ante los clientes”, reza el escrito.
El poder de los reguladores de datos
Uno de los aspectos en los que hace hincapié el informe del Foro Económico Mundial es en que las normas que rigen la privacidad y la portabilidad de los datos determinarán la capacidad relativa de las instituciones financieras y no financieras para desplegar la inteligencia artificial. Por este motivo serán muy importantes las normas tradicionales para el posicionamiento competitivo de las empresas. Asimismo, la inteligencia artificial requerirá un reexamen colaborativo de los principios y las técnicas de supervisión para abordar los dilemas éticos que puedan surgir y las incertidumbres regulatorias.