La desregularización del mercado permitiría a operadores dominantes y rivales hacer inversiones conjuntas para impulsar más posibilidades de conectividad a los ciudadanos.
Los antiguos monopolios europeos, como el francés Orange, la alemana DeutscheTelekom y la italiana Telecom, sostienen que las actuales reglas del mercado las están obligando a abrir sus redes a competidores a precios regulados y que ellos no les permiten obtener un retorno decente sobre la inversión.
Por ello, los legisladores y Estados miembros de la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo sobre una promover una Ley que permitirá a operadores de telecomunicaciones dominantes ser desregulados si hacen inversiones conjuntas con rivales.
En ese punto, la UE quiere ayudar a desbloquear miles de millones de euros de inversión en redes de fibra óptica para cumplir con la creciente demanda de servicios de datos, motivo por el cual, el conjunto de países propuso hace dos años una revisión de sus leyes de telecomunicación de 15 años de antigüedad.
El borrador del acuerdo define modelos de inversión conjunta como bienes de redes de copropiedad o participación de riesgo a largo plazo a través del financiamiento conjunto o acuerdos de compra.
El texto podría cambiar porque está en etapa de revisión. Una de las propuestas está anclada en una regulación más flexible si hacen inversiones conjuntas con rivales en nuevas redes. El acuerdo aún está siendo revisado y se resiste a la promesa de desregulación para los operadores dominantes que acuerden con rivales introducir una nueva red de fibra óptica o financiarla en un largo período de tiempo a cambio de ciertos derechos de acceso.
Otros operadores como Vodafone ven a la disposición como una ventaja regulatoria para las empresas dominantes porque los acuerdos en los que un operador se compromete a comprar capacidad en un período largo de tiempo no llevan realmente a una copropiedad de la red.