Según Kaspersky Lab, casi la mitad (48%) de las personas en América Latina juega regularmente en línea, cifra que se eleva al 50% en aquellas entre los 25 y 34 años de edad y al 55% en aquellas entre 16 y 24 años. También es potencialmente lucrativo para los ciberdelincuentes, ya que las cuentas de juego hackeadas se pueden vender en el mercado negro.
A pesar de las amenazas, los jugadores a menudo dejan sus cuentas en línea vulnerables a los intentos de hackeo, poniendo así en riesgo el progreso que van teniendo, sus datos personales y potencialmente, sus ingresos. Se estima que el público global de gamers —liderado por plataformas en línea como Steam, PlayStation Network y Xbox Live—actualmente se encuentre entre 2.2 billones y 2.6 billones y aún continúa creciendo. Esto hace que la industria sea un objetivo claro para los ciberdelincuentes que buscan afectar las operaciones en línea y obtener acceso a datos como contraseñas e información de tarjetas bancarias, lo que quedó claramente demostrado por los recientes ataques a las plataformas Xbox y PlayStation.
Con más de la mitad de las personas jugando regularmente en línea, los ciberdelincuentes tienen un enorme grupo de posibles objetivos a escoger. Además, los juegos se han convertido en una parte importante de la vida de muchas personas, ya que los usuarios recurren a ellos cuando están aburridos, o solos, e incluso para convivir con amigos. Por lo tanto, los ataques exitosos pueden resultar extremadamente molestos para los afectados. Además de sufrir el robo de sus datos, las víctimas que ven violadas sus cuentas de juego también pueden quedar afectadas emocionalmente, pues pierden el acceso a sus juegos favoritos (ya sea temporal o permanentemente), las muchas horas que pueden haber pasado construyendo su perfil y cualquier cantidad de dinero que podrían haber invertido en ello.
De aquellas personas que han sufrido algún tipo de ataque a cualquier tipo de cuenta en línea en América Latina, 15% fue a cuentas de juego, una cifra que se eleva a 23% para los hombres.
Estas cuentas son extremadamente importantes para sus dueños. Más que tratarse de una actividad que solo se realice dentro del hogar, el juego se ha convertido en parte de la vida cotidiana de muchas personas, como lo ilustra el hecho de que casi una de cada tres (26%) personas usa regularmente un teléfono inteligente para jugar en línea. Aunque los dispositivos no son intrínsecamente seguros, casi un 19% de las personas en América Latina usa redes Wi-Fi públicas para iniciar sesión en cuentas de juego y 41% dice que no toma precauciones de seguridad adicionales cuando usa redes públicas, lo que conlleva riesgos de seguridad. Este peligro se acentúa por el hecho de que sólo 3% de las personas seleccionaron su cuenta de juego como una de las tres que requiere las contraseñas más fuertes.
Además, como muchos perfiles en línea hoy están vinculados, las víctimas pueden fácilmente perder acceso a varias cuentas, como de correo electrónico y redes sociales, que son importantes para ellos de muchas maneras diferentes. Si bien esto puede ser emocionalmente perjudicial para los usuarios que juegan sin mayor interés, los jugadores profesionales pueden verse aún más afectados, ante la posibilidad de perder ingresos valiosos.
“Con un tesoro de información personal ahora disponible en línea, los ciberdelincuentes cuentan con más oportunidades que nunca de tener en sus manos los datos privados de los usuarios, datos que luego pueden vender en el mercado negro digital”, comentó Andrei Mochola, Director, Consumer Business, en Kaspersky Lab.
“Los jugadores en línea, tanto aficionados como profesionales, están claramente preocupados por la posibilidad de sufrir el hackeo de sus cuentas o por no poder acceder a ellas al olvidar sus contraseñas. Este es un dilema que enfrentan los usuarios todos los días, y muchos seleccionan la opción menos segura, que consiste en usar la misma contraseña para todas sus cuentas, o contraseñas sencillas que los hackers informáticos pueden adivinar fácilmente. Sin embargo, con solo tomar las precauciones adecuadas y utilizando contraseñas fuertes y únicas, los usuarios pueden estar seguros de que sus cuentas están protegidas y de que todos sus esfuerzos no se desperdiciarán”, agregó Mochola.
Para ayudar a proteger las cuentas en línea de los jugadores, varios de los productos de Kaspersky Lab incluyen un administrador de contraseñas para ayudar a los usuarios a mantener sus detalles seguros, como Kaspersky Password Manager en Kaspersky Total Security. Esta función almacena todas las contraseñas de los usuarios en una bóveda digital segura y proporciona fácil acceso desde PCs, Macs y teléfonos inteligentes.