Es capaz de mantener resoluciones casi tres veces que las actuales, además de que incorpora HDR. Es la evolución en un estándar.
Durante el CES en Las Vegas en enero pasado, el HDMI Forum dio a conocer las especificaciones del nuevo estándar HDMI 2.1.
Y, aunque en esas fechas se trató más de pequeñas pistas sin nada real (muchos rumores en torno a esta nueva interfaz), después de varios meses, finalmente fue lanzado el estándar HDMI 2.1.
Como se había rumorado, el estándar es capaz de soportar hasta 48 GB/s de ancho de banda y está disponible para los fabricantes, por lo que es probable que los primeros equipos con el HDMI 2.1 se puedan apreciar en el CES que se inicia en enero 2018 en Las Vegas.
Aunque se había corrido el rumor de que la Xbox One X sería la primera en estrenar este estándar, no ha sido así. Microsoft no logró que su plataforma de videojuegos estrella lo incorporará, no por ahora.
Pero no será problema, pues no se requiere de mucha complejidad para añadirlo a los dispositivos ya que trabaja sobre la plataformas de HDMI 2.0. Entre sus bondades, está su mayor ancho de banda que llega hasta los 48 GB/s para dar soporte a resoluciones 10K.
Cabe destacar que para tener tal ancho de banda necesitas un nuevo cable ‘HDMI 48G’. La ventaja, como ha sido con esta interfaz, es que tanto el puerto como el nuevo cable serán retrocompatibles con todos los estándares de HDMI hasta la fecha.
También se añade soporte a nuevas tasas de 60 Hz para 8K y 120 Hz para 4K, además de Dynamic HDR para todas las resoluciones. Compatibilidad con VVR (Variable Refresh Rate), la cual permitirá tener un ajuste automático de tasa de refresco en función del dispositivo conectado al televisor, esto con el objetivo de reducir la latencia, los saltos y el ‘frame-tearing’, una función pensada especialmente para ordenadores y consolas de videojuegos.
A esto se le suma ALLM (Auto Low Latency Mode) que es un modo de latencia baja automática, con el que se busca tener mayor fluidez en visualización de contenido. Así como QMS (Quick Media Switching) que reduce el tiempo de espera en pantalla en blanco cuando cambiamos de dispositivos. Entre otras mejoras que buscan ofrecer una mejor calidad de imagen sin importar el medio de transmisión.