La adopción masiva de carga inalámbrica en la nueva generación de smarpthone, ha puesto a muchos a plantearse el salto a una vida sin cables. Conoce las ventajas e inconvenientes.
Apple fue el último en apuntarse a la carga inalámbrica con los nuevos iPhone 8 y X sumándose así a compañías como Samsung, LG, Lenovo o HP, que ya lo contemplaban previamente. La compañía estadounidense se decantó por utilizar la especificación Qi, que utiliza la tecnología de carga inductiva, para su gama iPhone 8 y iPhone X. Samsung, por su parte, se comprometió a la misma especificación para sus buque insignia Galaxy y, en total, son ya más de 90 los modelos de teléfonos inteligentes que utilizan la tecnología Qi, convirtiéndose en la más popular de los tres estándares de la industria.
Además de las estaciones de carga de escritorio (típicamente presentadas en forma de pequeñas almohadillas de carga), el mercado del automóvil también ha adoptado la carga inalámbrica en los vehículso. Casi 80 modelos de automóviles, desde Audi, Chevrolet y KIA hasta Hyundai, Nissan y BMW, ofrecen carga inalámbrica en sus vehículos, basada en la especificación de carga electromagnética Qi
En todo el mundo, se estima que hay más de 5.000 puestos de carga Qi públicos, según el Wireless Power Consortium (WPC), la entidad encargada del estándar Qi.
Grandes marcas como McDonald’s, Marriott, Ibis y otros han instalado Qi en sus sedes o restaurantes. Aeropuertos, como Heathrow de Londres, Philadelphia y otros alrededor del mundo, tienen estaciones de carga de Qi. Y empresas como Facebook, Google, Deloitte, PwC y Cisco han construido Qi en sus oficinas corporativas. Quién no se ha pasado por alguna de las ferias, especialmente de tecnología y ha podido cargar de forma rápida su smartphone en puestos o stand habilitados para tal fin.
En los últimos años, uno de los mayores retrasos para los fabricantes que deseaban introducir soluciones de carga inalámbrica, especialmente en el mercado automotriz, era esperar a descubrir qué estándar elegía Apple para sus iPhone, pero ahora que Apple decidió utilizar el estándar Qi, los envíos de transmisores en el mercado se incrementarán considerablemente.
El hecho de que Apple se haya decantado por el estándar Qi de carga inalámbrica,facilita a los proveedores de cargadores en infraestructura pública proporcionar soluciones de carga adecuadas que funcionen con una gran número de dispositivos.
Apple también lanzará su propia estación de carga inalámbrica AirPower, aunque ya ha dejado claro que no llegará antes de 2018. Ésta permitirá cargar hasta tres productos de Apple a la vez, incluyendo los dispositivos iPhone, Apple Watch y Apple AirPo.
El mercado de la energía inalámbrica en su conjunto se espera que crezca a mil millones de unidades receptoras de cara a 2020, según IHS.
La encuesta del mercado de consumo 2016 realizada por IHS Markit mostró que una de cada cuatro personas ha utilizado la carga inalámbrica y más del 98% de ellos elegiría la función de nuevo en su próximo teléfono. Tanto la demanda de consumo de la función, como el volumen de dispositivos habilitados, están haciendo que el hábito crezca cada año.
Durante varios años, restaurantes, cafeterías y aeropuertos han estado experimentando con distintas soluciones de servicio de carga de batería inalámbrica como deferencia para sus clientes. Al fin y al cabo, es un extra que llega para complementar otros servicios como el prestado mediante la conectividad inalámbrica Wifi.
Pero habrá problema con dejar el equipo cargando mucho tiempo. Venkat Srinivasan, director del Argonne Collaborative Center para la Ciencia del Almacenamiento de Energía (ACCESS), dijo que aunque los smartphone han avanzado mucho en este sentido, hasta el punto de identificar cuando la batería se encuentra al 100% de su carga para cortar la conexión, la electrónica utilizada en métodos inalámbricos podría afectar al extres de las celdas y acelerar su degradación.
“Francamente, cuanto más te aproximas a la carga completa (porcentajes de 90%, 95% o 100%), más degradación surgirá por parte de la batería“, señaló.
El daño de la carga completa de la batería se ha reducido con el tiempo con sistemas de gestión más sofisticados, así como aplicando mejoras incrementales en la propia tecnología de células de las baterías.
Por ejemplo, en 2007, cuando Steingart era un estudiante graduado, exponer una batería varias veces a 4,2 voltios significaba “una muerte temprana” destaca el directivo de ACCESS. Hoy en día, puntualiza, el mismo daño requeriría de utilizar voltajes elevados de al menos 4,4 voltios.
Cuanto más alto es el estado de carga, más rápido se degrada el electrolito, destaca Srinivasan. Por lo tanto, no sólo conviene mantener el teléfono inteligente por debajo de su carga completa, sino también cubrir todos los ciclos de carga y descarga para no incurrir en una degradación temprana.
A pesar de que la tecnología ha mejorado, todavía hay demasiadas variables de la industria para saber definitivamente si una batería mostrará una mayor resistencia que otra basada en la carga inalámbrica constante.
Srinivasan también advierte que la mayoría de los fabricantes de teléfonos inteligentes diseñan baterías para durar de dos a tres años, el ciclo de vida habitual de un terminal en la actualidad, por lo que si eres un consumidor medio que suele reemplazar su teléfono en este período de tiempo, no necesitas preocuparte por el uso de la carga inalámbrica.
A medida que más baterías de Iones de Litio llegan al mercado, tanto en dispositivos de electrónica de consumo, como en los vehículos eléctricos, la retórica sobre si deben mantenerse esas baterías completamente cargadas al 100% ha generado contradicciones, dijo Srinivasan.
Dejar tu Smartphone o tableta completamente cargado de manera constante, acelerará la degradación de la batería.
Las tecnologías inalámbricas están evolucionando a medida que los fabricantes desarrollan nuevos chip, como es el caso de Qualcomm. Todavía existen demasiadas variables de la industria para saber definitivamente si una batería mostrará una mayor resistencia que otra basada en la carga continua, pero a buen seguro llegará.
Está demostrado que los sistemas BMS impiden que un smartphone o una tableta se carguen continuamente mediante el uso de un sofisticado algoritmo que equilibre el tiempo que durará el teléfono hoy en día y el tiempo que durará la batería, según Steingart. Si no fuera por la tecnología BMS, cargar constantemente el teléfono acabaría con la vida de la batería en meses.
Steingart argumentó que la conveniencia de tener un teléfono completamente cargado supera el riesgo de daños a largo plazo de la batería. “En general, es bastante sencillo cambiar una batería en un teléfono o hacer que alguien lo haga por usted por 20 dólares”, dijo.