En el año 2016, los comercios minoristas de Estados Unidos perdieron 45.200 millones de dólares debido a desajustes en el inventario.
Las etiquetas de identificación de radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) presumían revolucionar la gestión de la cadena de suministro para el sector retail.
Pero el uso de las etiquetas sin batería, que recibían energía inalámbrica desde los escáneres y luego difundían los números de identificación, resultaron ser un fracaso y eso que prometían facilitar a los administradores de almacenes el registro de inventario.
Walmart, por ejemplo, informó de que en 2013 perdió tres mil millones de dólares en ingresos debido a desajustes entre sus registros de inventario y sus acciones. Ni siquiera esta tecnología pudo salvar tanto desbarajuste.
Así que para paliar dicho fracaso, ingenieros del MIT desarrollaron un sistema que permite a los drones leer etiquetas RFID desde varios metros de distancia, con el objetivo de identificar las ubicaciones de las etiquetas, con un margen de error de unos 19 centímetros. Dichos investigadores prevén la utilización de esta tecnología en grandes almacenes para obtener una monitorización continua y evitar el desajuste de inventario, la desubicación de los artículos individuales y para hacer más eficiente la labor de los empleados.
El desafío principal en el diseño del sistema era que con el estado actual de la navegación autónoma, los únicos aviones no tripulados lo suficientemente seguros como para volar a corta distancia de los humanos tienen que llevar rotores de plástico que no causarían lesiones en caso de colisión. Pero ese tipo de drones son demasiado pequeños para llevar lectores RFID. Desde el MIT resolvieron el problema utilizando los aparatos para retransmitir las señales emitidas por un lector estándar de RFID, lo que no solo soluciona la cuestión de la seguridad, sino que también significa que los drones podrían ser desplegados en conjunción con los sistemas de inventario existentes, sin necesidad de nuevas etiquetas, lectores o software lector.
“Entre 2003 y 2011, el ejército de los Estados Unidos perdió la pista de los 5.800 millones de dólares de suministros de entre sus almacenes”, explica Fadel Adib, profesor del MIT. “En 2016, la Federación Internacional de Minoristas de los Estados Unidos informó que la reducción de la pérdida de artículos en las tiendas minoristas fue de alrededor de 45.200 millones. Nuestra investigación proporcionará un avance tecnológico fundamental para superar estos problemas”.