Duro golpe a la compañía surcoreana, que cayó 1% en bolsa desde la publicación de la sentencia. Asimismo, las dudas envuelven el futuro del conglomerado familiar que dirige la empresa.
El heredero y actual vicepresidente de Samsung, Lee Jae- Yonh, fue condenado a cinco años de prisión por corrupción. El directivo se vio envuelto en el mismo escándalo que el expresidente de Corea del Sur. Jae- Yong, acusado de corrupción, que había sido detenido ya en febrero y se enfrentaba a una sentencia de hasta 12 años.
En concreto, se le acusa de soborno, malversación de fondos y de activos ocultos en ultramar tras realizar una serie de donaciones por valor de 36.000 millones de dólares a fundaciones sin fines de lucro dirigidas por un amigo del expresidente del país asiático a cambio de favores políticos. Estos apoyos repercutirían directamente en la reestructuración de Samsung que el empresario quería hacer para fortalecer su control sobre la empresa.
La condena representa, según todos los analistas, un duro golpe al mayor imperio empresarial de Corea del Sur y al mayor fabricante de smartphones de la actualidad en el mundo. Desde la sentencia las acciones de la compañía cayeron un 1%. Asimismo, las dudas envuelven el futuro del conglomerado familiar. Lee había ejercido como presidente desde el infarto que sufrió su padre en 2014. Sin embargo, el arresto no ha parecido afectar a las operaciones comerciales del grupo y la compañía acaba de lanzar su nuevo buque insignia, el Galaxy S8. El grupo Samsung, compuesto por 60 empresas interconectadas, es crucial para la economía surcoreana, con ventas que equivalen a una quinta parte del PIB nacional.