Un estudio del MIT, realizado con el ‘bitcoin’ como tecnología base, revela que los ‘early adopters’ tienen más posibilidades de afianzarse en el uso de dicha tecnología.
La difusión de una nueva tecnología puede ser clave para determinar si ésta puede llegar a expandirse por todo el mundo.
Esa es la conclusión que lanza el MIT (Massachusetts Institue of Technology) tras un nuevo experimento en el que intenta explicar el por qué se está ralentizando la adopción masiva del bitcoin. En 2014, el instituto ofreció 100 dólares de esta criptomoneda a todos sus estudiantes recién llegados. Y, durante este despliegue, los investigadores decidieron retrasar en dos semanas esta asignación a la mitad de los alumnos.
Los resultados fueron reveladores. La tasa de abandono de la tecnología entre estos últimos fue de casi el doble que la de los que recibieron el pago en el primer momento, los llamados early adopters. Es, decir, el período de exclusividad ayuda a los primeros privilegiados a familiarizarse y a adoptar definitivamente la tecnología.
“Cuando se estudia el calado y la difusión de las nuevas tecnologías en la sociedad nunca se tiene en cuenta lo que podría haber pasado si se hubiesen desplegado de manera distinta”, comenta Christian Catalini, profesor participante en el estudio. De hecho, uno de los ejemplos de éxito que cita es el de Gmail en 2004. El servicio de correo electrónico de Google fue lanzado exclusivamente para 1.000 usuarios elegidos. A éstos se les dijo que invitaran a otros. Trece años después, la difusión ya es por todos conocida.
El retraso aleatorio del acceso a bitcoin provocó dos “universos paralelos”, según Catalini. “En uno, terminamos sembrando la tecnología de manera óptima, en el otro ocurría prácticamente lo contrario”.
El experimento, del que participaron 3.100 personas, clasificó, además, a los estudiantes por sus características. Así, el 25% mostraron características de “adopción temprana natural”, ya que se inscribieron a la investigación en las primeras 24 horas, completando una encuesta y creando una cartera digital. Las encuestas revelan que estas personas tienen más probabilidades de dedicarse a la programación y a la construcción de aplicaciones móviles entre otras profesiones.