La compañía tendrá que pagar 2.424 millones de euros por utilizar su motor de búsqueda para comparar precios y favorecer sus productos.
La multa, la mayor que ha impuesto nunca la Unión Europea en cuestiones antimonopolio, no agarra de sorpresa al gigante de Silicon Valley, que ya había sido acusado por Bruselas anteriormente por abusar de su posición dominante en el mercado al posicionar sus productos en las búsquedas de los internautas. De este modo, Alphabet, la empresa matriz de Google, tendrá que afrontar un pago de 2.424 millones de euros (en torno al 10% de la facturación de la compañía) y poner fin a la conducta en un plazo de 90 días, tal y cómo publicó la propia Comisión Europea.
La compañía uitlizó su motor de búsqueda a través de su servicio Google Shopping, que proporciona comparaciones de precios a los consumidores, para priorizar sus productos. Sin embargo, la investigación se remonta a 2010 cuando Microsoft y TripAdvisor denunciaron a Google ante Bruselas.
En abril de 2015, la Comisión remitió un pliego de cargos que de nuevo reforzó en 2016. “Google ha ideado muchos productos y servicios innovadores que han marcado nuestras vidas”, dijoMargrethe Vestager, comisaria europea de competencia. “Pero lo que ha hecho es ilegal. Ha abusado de su dominio en el mercado como motor de búsqueda para promover sus servicios denegando a otras compañías la oportunidad de competir. Y, lo que es más importante, ha negado a los consumidores poder escoger y comparar entre los productos más innovadores del mercado”.
Con estas palabras, Vestager destapó una sanción ejemplarizante que no tiene parangón. La mayor multa europea por abuso de posición dominante hasta la fecha había sido la impuesta a Intel en 2009 por valor de 1.060 millones de euros.
La principal fuente de ingresos de Google, que en 2016 facturó 80.800 millones de euros, es su motor de búsqueda. Casi el 90% de sus ingresos provienen de los anuncios que muestra a los consumidores como respuesta a una búsqueda realizada en sus sistemas. Así, la compañía muestra anuncios en su buscador con el objetivo de generar más tráfico. La Comisión estima que, como consecuencia de estos actos, los principales competidores han visto como disminuía su tráfico en favor de éste. En algunos casos, el organismo ha identificado casos concretos de caídas repentinas del tráfico de webs rivales de hasta el 85% en el Reino Unido, del 92% en Alemania y del 80% en Francia.
La respuesta de Google no se ha hecho esperar. Kent Walker, vicepresidente senior de Google, mostró el desacuerdo de la compañía con las instituciones y anunció que revisarán la decisión con el objetivo de apelar y explicar su punto de vista. Cuando compras online, dijo, quieres encontrar los productos que estás buscando de manera fácil y rápida y los anunciantes promocionarlos. “Por esta razón, Google muestra shopping Ads, con el objetivo de conectar a usuarios con miles de anunciantes, pequeños y grandes, de una manera que sea útil para ambos”.
En los últimos días, Google había empezado a tomar ciertas medidas con el objetivo de rebajar las pretensiones de Bruselas. La organización había anunciado que dejará de barrer las cuentas de Gmail con el fin de ofrecer anuncios personalizados.