Se trata de Jeplan, una empresa de reciclaje que ahora extrae la fibra de algodón de la ropa usada para convertirla en etanol, lo que sin duda sería una interesante alternativa al petróleo.
La compañía de reciclaje Japón Planificación Ambiental (JePlan) está inmersa en un innovador proyecto cuyo objetivo final es vender combustibles obtenidos a partir de ropa vieja.
La empresa, que fue fundada en el año 2007, gracias a la colaboración de la Universidad de Osaka y que comenzó su actividad en 2010, desarrolló un proyecto para reciclar ropa de segunda mano y, además, ejecutar una serie de pasos tecnológicos que la convertirían en una interesante alternativa al petróleo, además de ayudar a reducir la dependencia a los combustibles fósiles y disminuir la emisiones contaminantes a la atmósfera.
Los portavoces de la startup japonesa, destacan que es posible extraer la fibra de algodón de la ropa usada para convertirla en etanol. Una tonelada de ropa podría producir hasta 700 litros de etanol y teniendo en cuenta la cantidad de ropa que se desaprovecha (se habla de que tan solo se recicla en torno al 10% de las prendas de ropa usadas en todo el mundo), sería un proceso con mucha materia prima a disposición.
El deseo de Jetplan es lograr aplicar con éxito la misma técnica en otros materiales como el poliéster (presente en el 60% de la ropa). El proceso implicaría distintos ciclos de destilación y vaporización, los cuales supondrían menos de la mitad de dióxido de carbono que se genera en la producción de etanol desde cero.
En la actualidad Jeplan está construyendo, en la isla de Kyushu, una planta industrial donde sería posible procesar hasta 2.000 toneladas anualmente. Asimismo ha instalado unos 2.100 puntos de recogida de ropa usada en distintos lugares de Japón y se encuentra buscando acuerdos con marcas deportivas y equipos de fútbol que quieran colaborar con la causa.