Los defectos de las baterías fueron identificados y se tomaron medidas de seguridad para que no vuelvan a producirse incidentes del mismo calibre.
PC World en Español
Aunque pasaron algunos meses desde que tuvieran lugar los incidentes relacionados con el Galaxy Note 7 de Samsung, el terminal que por un mal funcionamiento interno se quemaba y quedaba inservible, Samsung reveló los problemas que causaron la crisis del dispositivo.
El que podía haber sido el mejor Smartphone del año se convirtió finalmente en el fracaso comercial de 2017 en el terreno de la telefonía móvil.
Las investigaciones de Samsung, UL, Exponent y TUV Rheinland, finalmente destacaron que hubo dos tipos de fallos relacionados con las baterías y, por tanto, los causantes del fatídico corto circuito.
En un primer grupo de baterías, el extremo del electrodo negativo se doblaba en la esquina superior derecha de la batería. Un factor adicional que contribuyó a ese defecto de fabricación fue que la punta del electrodo netagativo estaba incorrectamente colocado en la curva.
En un segundo grupo de baterías tuvo lugar un contacto directo entre el electrodo negativo y la pestaña positivo debido a un defecto en la cinta aislante y el separador. Además, en algunos casos la cinta aislante ni siquiera estaba presente en la composición de la batería.
Claro está, y con el objeto de evitar que vuelvan a tener lugar incidentes como los del Galaxy Note 7, Samsung anunció que se implementarán toda una serie de medidas de seguridad y comprobaciones adicionales durante el proceso de desarrollo y fabricación de sus productos.
En ese sentido, la empresa dijo que habrá ocho puntos de chequeo que afectarán desde el componente en sí hasta el proceso de ensamblaje y envío de los dispositivos. Además, se llevarán a cabo pruebas de durabilidad, inspección visual, prueba de Rayos X, ensayo de desmontaje y prueba de OCT, así como las medidas recientemente aplicadas de prueba de carga y descarga, prueba de TVOC y prueba de uso acelerado.
Además, la empresa asegura que hará una mejora en el protocolo de medidas de seguridad multi-capa que comportará la implementación de estrictas normas de seguridad en cada elemento de los dispositivos de la compañía, relativos al diseño y a los materiales utilizados, la resistencia y las capacidades del hardware del dispositivo y algoritmos de software mejorados para lograr una temperatura de carga, corriente y duración más segura.
Samsung también decidió crear el “battery advisory group”, compuesto de asesores externos y formado por expertos académicos y de investigación. El cometido básico será el asegurar que la compañía mantenga una perspectiva clara y objetiva sobre la cuestión de seguridad e innovación relativos a las baterías.
¿Qué cabé esperar del inminente Galaxy S8? Una cosa está clara, en materia de seguridad será de los mejores productos del mercado, pues de ello depende que se mantenga un alto nivel de confianza en la marca Samsung por parte de clientes actuales y potenciales.