La compañía anunció que dejará de producir el dispositivo, pero el daño está hecho. En Bolsa pierde miles de millones de dólares y los beneficios caerán más de 40% sólo este trimestre. La imagen está destrozada y eso puede ser mortal.
PC World en Español|William Peña|@williampm
El apuro de Samsung por apagar el iPhone 7 de Apple y mantenerse como líder del segmento Premium del mercado de los móviles le está saliendo muy caro. Su producto estrella, el Galaxy Note 7, que se lanzó un mes antes del iPhone 7 con más innovaciones y mejoras que el equipo insignia de Apple, en vez de traerle admiración y prestigio a la marca, terminó cargándola de problemas y preocupaciones.
Los problemas en el dispositivo de carga inalámbrica, que primero generó algunos incendios en varios equipos y luego se convirtió en una bomba andante, con más de dos millones de equipos potencialmente peligrosos, obligó a la empresa a paralizar la producción del equipo y a cambiar algunos que ya habían presentado el problema, pero la aparición de nuevos episodios e incluso la obligación de un vuelo en EEUU a cancelar su despegue por el incendio de un equipo, terminó por sepultar al producto insignia de Samsung para este año.
La empresa decidió parar la producción del Galaxy Note 7 definitivamente e invitar a los que poseen un equipo a apagarlo y no usarlo más, aclarando que devolverá el dinero, lo que le ocasionará unas perdidas de más de 1700 millones de dólares en principio y más de 20 mil millones de dólares, que era lo que pensaba facturar Samsung por el equipo para este año, al ser su producto estrella para Navidad.
Pero la crisis de Samsung no sólo es de imagen. Las acciones de la empresa se desploman más del 8% en los últimos días y es probable que su valor en libros caiga aún más, convirtiendo la crisis en un problema que, aún cuando por ahora no podría considerarse preocupante desde el punto de vista financiero, si pudiera convertirse en una tragedia si la empresa no se apresura a tomar más decisiones.
A todo ello se suma la imagen de la marca, hasta ahora considerada innovadora y una de las más prestigiosas del mundo, pero con el problema de su equipo insignia, todo ello puede irse al fondo y afectar mucho más a Samsung, una empresa que tiene mas de 78 años y que representa más de un tercio del PIB de su país.
La crisis de Samsung es la crisis de Corea del Sur, pues la empresa es una pieza fundamental para el crecimiento económico y, además, es una de las compañías más fuertes del país.
En Estados Unidos, las operadoras más importantes dejaron de cambiar los equipos hace días y prefirieron entregar otros modelos, mientras que comienzan a despachar los equipos que tienen en inventario para que sean devueltos a Samsung.
La empresa coreana, que había vendido más de dos millones de equipos en dos meses, ahora se enfrenta a otra serie de problemas, entre ellos demandas de ciudadanos, empresas y todo el entorno al que Samsung haya podido afectar con el equipo, la estrella con la que intentó derrumbar a Apple y que terminó hundiéndola a ella.