Un avión tripulado no puede hacer entregar lejanas y rápidas. Sin embargo, con la ayuda de la robótica se puede solucionar este problema.
PC World en Español
Si hacemos un ejercicio de memoria y nos remontamos a la década de los 90, encontramos WebVan, la famosa y revolucionaria página que innovó con los alimentos repartiéndolos a domicilio.
La funcionalidad era tan simple como elegir los productos en la web y esperar a su llegada. Pero, a pesar de todo, WebVan se convirtió en un icono del fracaso de las llamadas puntocom. Uno de los grandes motivos fue que no supieron como cerrar la brecha que ocasionó la denominada “última milla”, el último eslabón de la cadena de suministro encargado de llevar los productos a los clientes.
La entrega es un proceso caro, ineficiente y lento, especialmente cuando un humano conduce una camioneta para llevar los paquetes. Sin embargo, compañías como Google o Amazon tienen sus propios servicios de paquetería. Pero, ninguna de éstas ha conseguido solventar el problema de la “última milla”. ¿Cuál es entonces la solución? Los drones ¿no?
Todo comenzó cuando Jeff Bezos, CEO de Amazon, reveló en 2013 la idea de hacer repartos aéreos en un máximo de 60 minutos. La sociedad quedó anonadada. Desde entonces, Google y otras compañías tecnológicas empezaron a hacer pruebas con el fin de implementar esta tecnología.
Sin embargo, podemos perdonar al público por creer que los aviones no tripulados van a ser la fuerza disruptora que ponga fin a la “última milla”. Pero no, los drones no pueden volar tan lejos ni mantenerse mucho tiempo en el aire, pues sus baterías necesitan ser recargadas con frecuencia.
Mientras que son útiles para entregar objetos de valor como medicinas a lugares remotos, no son válidos para las actividades diarias.
La buena noticia es que el problema tiene solución. Varias empresas ya están probando tecnologías alternativas.
Las alternativas, ¿perfectas?
La firma de automóviles Mercedes Benz ideó un sistema que combina la entrega tradicional con los aviones no tripulados mediante un sistema robótico. Se trata de un almacén eléctrico sobre ruedas con dos drones internos.
Un sistema robótico es el encargado de alcanzarle el paquete adecuado al repartidor. Pero, como alternativa, el sistema puede lanzar el paquete por una ventana en el techo atado a un dron para que este acabe la entrega en un vuelo de corta distancia. Este sistema permite una entrega más rápida a los hogares que están lejos de la carretera y hace posible la entrega de dos o tres paquetes a la vez, uno por el conductor y otros dos por los drones.
Otra utilidad que se podría dar a los drones sería la de dar un paquete al conductor que ha sido pedido antes de que el trabajador saliera del almacén.
Por su parte, una startup estonia llamada Starship Technologies, un robot que se asemeja a una cava de hielo sobre ruedas que funciona de manera autónoma o semi autónoma. Además, es totalmente seguro porque está controlado de manera remota por los profesionales. El robot ya ha sido testado en Alemania, San Francisco, Suiza y Londres.
El funcionamiento sería parecido al de Uber. Los usuarios indican el emplazamiento y el turno mediante una aplicación. Por último, el robot, mediante un mapa haría su entrega. Además, la startup tiene un acuerdo de colaboración con Mercedes.