Ahora intentará ser exitosa sólo con el software y las aplicaciones de seguridad desarrolladas, dejando a terceros la producción de los equipos.
PC World en Español|William Peña|@williampm
Los canadienses lo intentaron todo. Primero, cedieron al messenger BBM para que otras plataformas lo usaran y así mantener a parte de sus casi 70 millones de usuarios bajo el paraguas de Blackberry y no lo lograron. La gente se decantó por WhatsApp y otras plataformas.
Luego, comenzaron a tercerizar los servicios de seguridad, buscando que millones entendieran que esa plataforma, por lo menos para el sector empresarial, era clave y tampoco lo lograron. Después, con el lanzamiento de la plataforma 10, dejaron de cobrar el fee por el uso de ésta a los operadores y tampoco tuvieron éxito.
Al final, decidieron lanzar nuevos modelos con Android, comenzando por el Priv y, aunque se pensó que sería un buen punto, pues ya había algunas aplicaciones de Android que se podían usar en los Blackberry, la intención no resultó satisfactoria.
Finalmente, tomaron la decisión de tercerizar la producción de los equipos, comenzando con el DTEK50, un dispositivo desarrollado por Alcatel pero con la marca de Blackberry y, aunque es reciente esa decisión, parece que será finalmente el nuevo camino de Blackberry.
De esta forma, el otrora rey de la Smartphonemanía, que conquistó a millones con su plataforma de mensajería y que llegó a ser la empresa móvil más robusta en seguridad, termina una parte de su historia.
Y es que desde que Blackberry se posicionó en el mundo con sus dispositivos, diseñados para intercambiar correos electrónicos en sus primeros tiempos (1999), la compañía jamás imaginó que, unos cuantos años después, sobre todo después del lanzamiento del iPhone de Apple, sus productos ya no serían indispensables y no entendió que los cambios tenían que ser rápidos y profundos. Se encerró en su sistema y no supo leer a los usuarios.
Ahora se debate entre algunas opciones, pero lo más probable es que termine en manos de un grande interesado en sus sistemas de seguridad, plataforma y aplicaciones, entre otros y abandone finalmente el mundo de la movilidad, por lo menos de la forma en la que aún lo sigue mirando.