Un estudio de Visa realizado en siete países europeos reveló que los consumidores están interesados en el uso de la biometría cuando realizan un pago, especialmente cuando se integra con otras medidas de seguridad.
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El interés de los europeos por usar sistemas biométricos para hacer pagos se convirtió en uno de los más grandes hallazgos de un estudio de la plataforma de tarjetas de crédito Visa, que encontró con que casi tres cuartas partes de los entrevistados europeos, consideran que la autenticación de dos factores, en la que se utiliza la biometría junto a un dispositivo de pago, es una forma segura de confirmar al titular de la cuenta.
Cuando se observan los diferentes métodos de pago, bien pagando desde casa o en la tienda, más de dos tercios (68%) quieren usar la biometría como método de autenticación de pago. En el caso de España, este porcentaje sube al 71%. “Los comercios online son los que saldrían más beneficiados, ya que casi un tercio de los consumidores (31%) no se animan a comprar online porque consideran insuficientes las medidas de seguridad existentes en la actualidad”, dice el documento.
La huella digital, el método de mayor aceptación
La investigación también revela que la familiaridad con los formatos biométricos son factores importantes para su adopción. Con la llegada de los pagos móviles, el reconocimiento de las huellas dactilares se considera como la forma más aceptada de pago biométrico por ser fácil y segura. Cuando se pone el foco únicamente en la percepción de seguridad de las tecnologías biométricas, el 81% de los consumidores ve el sistema de huellas digitales como el método más seguro, seguido de la exploración del iris ocular (76%).
Esta es la razón por la cual más de la mitad de los encuestados, un 53%, expresan una preferencia por las huellas digitales sobre otras formas de autenticación biométrica cuando éstas se usan para el pago.
Visa encargó a Populus la elaboración de este estudio de pagos biométricos, cuya muestra total ascendió a 14.236 encuestados. El trabajo se realizó entre el 22 de abril y 6 de mayo de 2016 en siete países europeos: Reino Unido, Suecia, España, Francia, Alemania, Italia y Polonia.