La agencia entrará de lleno en los delitos que comprometan la seguridad nacional, libertades públicas y economía.
PC World en Español
En vista del incremento de ataques de los últimos tiempos a su estructura cibernética, los Estados Unidos lanzó nuevas medidas destinadas a ayudar a dar una respuesta más efectiva a las intromisiones que puedan comprometer tanto la seguridad pública como los intereses nacionales, además de la economía.
Recientemente, el presidente Barack Obama, aprobó una directiva que establece como las agencias federales responderán a los “incidentes más significativos”, con el FBI como parte activa de las investigaciones.
“A pesar de que el presidente hizo de la ciberseguridad una prioridad, los EE.UU continúan planteando estrategias para defender tanto ataques privados como al gobierno”, dijeron desde la Casa Blanca.
“Los ciberataques son un hecho en nuestros tiempos”, escribió Obama. “Y los incidentes realmente comprometedores están ocurriendo cada vez con más frecuencia”.
Como parte de esta directiva, el presidente colocó al FBI al mando de las investigaciones y del tratamiento de los principales autores de este tipo de robos. El Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) se encargará de intentar disminuir los daños y de parchear las vulnerabilidades desde el ataque. Además, investigará alguno de los casos importantes.
Tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional ya estaban realizando varias de estas funciones, pero la norma aprobada deja más claras sus funciones.
La medida también obedece al freno que el Gobierno quiere imponer a los hackers, pues aparentemente robaron documentos confidenciales procedentes del Comité de Democracia Nacional. Asimismo, el Gobierno ordenó investigar a Rusia, que podría estar tras los ataques.
Los archivos filtrados podrían tener influencia en las próximas elecciones presidenciales. Aunque la seguridad privada sospecha de que hackers ayudados por Rusia están detrás de la intrusión, el FBI está aún examinando el problema y todavía no se han dado pruebas concluyentes.
La reciente norma no dicta claramente cómo debería reaccionar el Gobierno norteamericano si finalmente se demuestra que Rusia está detrás de este ataque. Sin embargo, desde el sector privado exigen a la Casa Blanca un protocolo de actuación para este tipo de incidentes.
El Gobierno proporcionó a las agencias federales una escala que va del cero al cinco en la que clasifica este tipo de delitos. A partir del número tres se considera que estos son graves y se necesita la actuación del FBI. Además, la oficina del director nacional de Inteligencia tendrá un papel de apoyo a las autoridades.
Por el momento, se ha abierto el debate en el país sobre si esta directiva camina en la dirección correcta y cuáles son los siguientes pasos a dar en el área.