Un consorcio conformado por Kunlun Tech, compañía desarrolladora de videojuegos y por Qihoo 360, empresa china que se vio envuelta en un escandalo el año pasado, buscan hacerse del browser que cuenta con unos 350 millones de usuarios.
PC World en Español/William Peña
En Noruega hacen fiesta. Y es que Opera, el navegador Web que se convirtió en referencia para Internet hasta que apareció Google con Chrome, recibió una oferta de compra por nada más y nada menos que mil 200 millones de dólares, una cifra extraordinaria para un browser que se había disminuido en los últimos años.
Los compradores están conformados bajo un consorcio chino que integra a la empresa de Videojuegos Kunlum Tech, la que posee parte de la aplicación Grindr (una red social especializada en gays) y a la compañía Qihoo 360, una empresa desarrolladora de antivirus y que también posee un navegador, que se hizo famosa el año pasado en el mundo por supuestamente haber hecho trampas para estar mejor posicionada en los test de los laboratorios.
El consorcio busca con Opera hacerse del mercado de navegadores móviles en China, aprovechando que los teléfonos Android de Google en ese mercado no tienen preinstalado Chrome. En esa línea, las empresas, sobre todo Quihoo, que tiene un navegador muy criticado porque prácticamente anula a la competencia, lograría hacerse de un mercado estimado en mil millones de usuarios de teléfonos inteligentes en China, pues hoy día posee más del 50% del mercado de navegadores para equipos de computación personal, pero no ha logrado hacer lo propio en el segmento móvil.
Mientras tanto, en Opera, los directivos atrasaron la presentación de resultados, con la clara intención de aceptar la oferta, sobre todo después de que llevan más de un año buscando un comprador con poco éxito.
Y es que la compañía ha estado luchando por un tiempo para mantenerse relevante y esta oferta encaja en sus pretensiones, a pesar de que está casi ocho veces por debajo de su valor en el mercado de capitales, estimado en unos 9,4 billones de dólares. Del otro lado está la oportunidad de las empresas chinas, que miran en la noruega una oportunidad para hacerse de un navegador que podría darles ventaja, sobre todo si Quihoo, es capaz de utilizar sus influencias y poder para convencer y establecer acuerdos de integración con fabricantes, que permitan que Opera móvil venga preinstalado en los dispositivos, así como también su antivirus y otros productos.