El crimen cibernético representa un perjuicio para empresas y organizaciones, sus clientes y miembros, y la economía en general. De hecho, el Presidente de Estados Unidos se está refiriendo de forma frecuente a “tomar más medidas con respecto al crimen cibernético”. Por este motivo, ESET desarrolló un listado con los 6 pasos más importantes para reducir el cibercrimen.
Se puede definir crimen cibernético como “crímenes en los cuales las redes informáticas constituyen el objetivo o son una herramienta substancial” (Koops, 2011). Esto prácticamente cubre la lista de incidentes más graves que salieron a la luz en los últimos 18 meses, incluyendo el ataque informático, el robo de datos y/o el ataque de denegación de servicio de: Target, Home Depot, JPMorgan Chase,Sony Pictures, Microsoft Xbox Live, Sony PSN, eBay, NSA, Adobe, Apple iCloud, y Community Health Systems.
Presión internacional.
El crimen cibernético no debe tolerarse en ningún país. Todo aquel país que ignore el crimen cibernético debería ser sancionado por la comunidad internacional. Ajustar las prioridades nacionales. Se deben destinar los recursos necesarios para identificar, capturar y procesar a los criminales cibernéticos, sin importar quiénes sean y dónde estén ubicados.
Atrapar a más perpetradores más rápido.
La variedad de medidas disponibles para disuadir a los criminales incluye agravar las sentencias para los condenados, incrementar las probabilidades de ser condenado y aumentar la velocidad con la que los actos criminales son castigados.
Enseñar ética cibernética. La incorporación en la escuela primaria de la enseñanza de ética cibernética puede parecer un poco temprana, pero tiene beneficios significativos inmediatos así como a largo plazo.
Mejorar las oportunidades de los países en desarrollo. Abordar el superávit de las personas con habilidades cibernéticas, aumentando el número de empleos disponibles para lograr una disuasión de la ciberdelincuencia.
Medir el problema. Los esfuerzos consistentes para medir en forma objetiva el problema del crimen cibernético son notables por su ausencia o ineficiencia.
“La disuasión del crimen se basa en hacer que éste resulte menos atractivo mediante el incremento del riesgo (de detección, identificación, captura, procesamiento y sanción); la reducción de los beneficios (hacer que sea más difícil obtener una ganancia de la actividad criminal); y la profundización del repudio social y de las sanciones morales que la actividad criminal debería suscitar“, dijo Stephen Cobb, investigador de ESET.
“En cuanto a las políticas y las estrategias, la idea general es que, al combinar la prevención del crimen con su disuasión, logramos reducirlo”.