Los wearables están en búsqueda de compromiso. Los fabricantes saben que los usuarios desechan los aparatos que registran la actividad después de un año de uso, y parece que no existen avances en la tecnología actual para ayudar a que las nuevas pulseras destaquen.
Así que en vez de intentar emular los wearables que registran la actividad en cuestiones de salud, los fabricantes en el CES 2015 se concentraron en escenarios de nicho, desarrollando dispositivos para maratonistas, jugadores de basketball, e incluso para oficinistas. Se espera que la gente adquiera productos que solamente han una cosa, pero que la hagan muy bien.
Viejo hardware, nuevos trucos
Para empezar, un rastreador de $150 dólares llamado GoMore promete aproximarse a la resistencia de sus usuarios basándose en su ritmo cardiaco. Mientras que los sensores EKG del GoMore no son nada especial, el dispositivo usa un algoritmo patentado que encuentra la relación entre el ritmo cardiaco, ácido láctico y la quema de energía y lo convierte en un porcentaje de resistencia. Con el dispositivo ajustado en tu pecho, la aplicación de GoMore te puede decir cuando estás quemando demasiada energía, y hasta te puede decir hasta dónde puedes llegar si administraras tu resistencia de forma más eficiente.
El Zensorium Being va más allá de la cuenta de pasos y de ritmo cardiaco al medir los niveles de estrés del portador y proporcionando consejos enfocados a cómo mantener la calma. De nuevo, no existe nada extraordinario en el hardware. Pero lo más relevante se encuentra en el algoritmo, el cual usa las variaciones en el ritmo cardiaco para deducir si estás calmado o ansioso.
Incluso la combinación de acelerómetro y giroscopio, la cual se encuentra en smartphones y dispositivos de fitness, se pondrá en usos más interesantes con compañías como Vert, cuyo rastreador de $125 dólares es el primero dedicado a medir la altura de los saltos y su frecuencia. Aunque su hardware no es revolucionario; el enfoque particular de Vert ha llamado la atención del equipo norteamericano de volleyball, el cual usa el dispositivo en los entrenamientos. Una plataforma de entrenamiento que registra a seis atletas cuesta $100 dólares.
Fabricantes de relojes de fitness tradicionales, también se están tratando de especializar. Por ejemplo, el nuevo smartwatch de Garmin está enfocado a los excursionistas más apasionados, con 8GB de almacenamiento para mapas topográficos y satelitales. Los relojes Runsense de Epson se concentran en corredores profesionales, combinando GPS y la cuenta de pasos para medir la distancia y frecuencia de las zancadas de sus usuarios.
Dónde usar un wearable
Gracias a Fitbit, Jawbone y a algunos smartwatches, llegamos a pensar que la tecnología vestibles debería encontrarse en la muñeca. Pero en el CES, fabricantes de wearables trataron de distinguirse al mover su hardware a otras partes del cuerpo. Al hacerlo, evitarían volverse obsoletos por los smartwatches y pulseras que se volverían más sofisticados.
El ejemplo más inusual es Belty, un cinturón inteligente que busca las cinturas de sus usuarios para agregar comodidad adicional. La correa mecánica automáticamente se afloja cuando te pones de pie, y utiliza sus sensores de tensión para deducir los mejores niveles de tensión con el paso del tiempo.
Otros wearables como UpRight, desean ser más discreto. El dispositivo para la corrección de la postura de $129 dólares se coloca en tu espalda y vibra cuando te encorvas. Aunque se recomienda que solamente lo utilices una hora al día, UpRight asegura que la mejor postura se comenzaría a sentir a partir de unas semanas de uso.
Alguna tecnología vestible también ha llegado a los pies. Sensoria, por ejemplo, desea vender un par de calcetas inteligentes de $199 dólares el próximo cuarto que puedan contar los pasos de su portador y detectar que parte del pie recibe mayor presión. Más adelante, Digitsoles venderá un par de plantillas de $199 dólares, que sus usuarios pueden usar por medio de su Smartphone.
Mientras tanto, LifeTrak dejará a sus usuarios decidir dónde deberían portar su monitor de ritmo cardiaco. Cuando el dispositivo de $110 dólares se lance más adelante en el año, LifeTrak ofrecerá un sujetador que permitirá a sus usuarios ajustar su wearable en la cabeza, en su playera o brassiere deportivo.