En una época en la que las compras en línea se están volviendo algo más y más común, a veces se nos puede olvidar el riesgo que corremos cuando navegamos en internet desde nuestro celular y accedemos a redes públicas.
De acuerdo con IBM, existen alrededor de 500 tiendas de aplicaciones falsas que instalan malware y código malicioso se encuentran en Internet, esperando que usuarios descuidados entren a ellas y descarguen aplicaciones que afectarán su desempeño.
Esto sin tomar en cuenta que más del 70% de las descargas se realizan desde equipos móviles. Lo cual nos debería dar un contexto de la gravedad del asunto.
A todos nos ha pasado, vamos a un lugar determinado y para ahorrarnos datos nos conectamos a una red pública, y aunque parezca segura, no sabemos con certeza a que nos atendremos cuando nos conectemos a ella. Según una encuesta reciente de F-Secure, dos de cada tres personas se conectan a redes públicas por lo menos una vez por mes
“Muchas personas no tienen ningún cuidadocuando se conectan a las redes WiFi públicas, y la mayoría hace eso sin tomar ninguna medida de protección”, comenta Sean Sullivan, Security Advisor de F-Secure. “Sin un sistema para proteger las conexiones, cualquier cosa que hagas en tu dispositivo conectado a un punto de acceso público puede ser comparado a gritar en una sala llena de gente. Aunque las personas gasten mucho en proteger sus dispositivos de los daños físicos, no invierten en proteger lo que realmente importa, sus datos y su privacidad”.
El montaje de este tipo de accesos falsos a Internet es algo muy sencillo de lograr, de acuerdo con F-Secure, instalarlos costaría menos de 250 dólares, con ella es posible monitorear el tráfico de datos de los consumidores y recolectar nombres de usuarios, contraseñas y detalles personales.
La mejor recomendación es no utilizar conexiones Wi-fi de las que desconfiemos y sobre todo usar el sentido común ante actividades sospechosas.