IDC prevé que la octava generación de consolas, formada por la Xbox One, la Wii U y la PS4, generará un 10 por ciento menos de ingresos que la generación anterior, y que el volumen de videojuegos suministrados al canal retail será un 45 por ciento menor.
En sus previsiones sobre el mercado de videoconsolas y videojuegos, IDC concluye que las presiones competitivas llevarán a Microsoft a separar el sensor Kinect de su consola Xbox One en 2015, que la Wii U de Nintendo rebajará su precio en todo el mundo a finales de 2014 o principios de 2015, y que la Sony PlayStation 4 (PS4) se hará con la mayor base instalada a nivel mundial a finales de 2016.
La consultora vaticina asimismo que la actual generación de consolas, compuesta por la Xbox One, la Wii U y la PS4, generará en torno a un 10 por ciento menos de ingresos que la séptima generación, formada por la Xbox 360, la Wii y la PlayStation 3 (PS3). Según IDC, el volumen de ingresos de la octava generación de consolas logrará alcanzar al de la generación anterior a finales de 2018 debido a sus niveles de precios más altos. Se espera asimismo que los ingresos procedentes de la venta de videojuegos caigan en picado. En este sentido, IDC calcula que el volumen de videojuegos para consolas de octava generación que se suministrarán a través de retail será un 45 por ciento menor que los de la generación anterior.
Lo que sí mejorarán son los ingresos procedentes de Internet. Así, el gasto en juegos, los ingresos por suscripción y otras compras de contenidos, servicios y apps facturadas a través de las tiendas online disponibles en las consolas de octava generación aumentarán los ingresos, compensando en parte la caída de ingresos de los videojuegos en disco.
“Si Microsoft desempaqueta el sensor Kinect de la consola Xbox One como esperamos que haga en el año 2015, esto debería conducir a una paridad de precios con la PS4, impulsando las ventas en retail”, afirma Lewis Ward, director de investigación de juegos de IDC. “Proyectamos que este cambio dará lugar a una cantidad de ventas suficiente que ayudará a la Xbox One a hacerse con la mayor base instalada en Norteamérica a finales de 2016. La PS4 todavía podría liderar el mercado a nivel global, pero la separación de Kinect y la Xbox One le dará a Microsoft el empuje suficiente para estar en lo más alto del mercado en Estados Unidos y Canadá en dos años”.
Francisco Carrasco, PCWorld en Español
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